- El nombre Valle de las Ánimas proviene de la creencia local de que el viento produce sonidos lastimeros entre las formaciones o porque sus siluetas recuerdan espíritus petrificados.
- Formaciones rocosas en forma de agujas, obeliscos y farallones, moldeadas durante millones de años por la erosión del agua, el viento y antiguos deshielos glaciales.
- Paisaje que recuerda a un campo de estalagmitas o a un escenario lunar, con estructuras que alcanzan hasta 70 metros de altura.
- Vistas panorámicas excepcionales del Illimani y otros nevados de la Cordillera Real, especialmente desde la meseta y la laguna del valle.
- Ecosistema frágil y biodiverso, con flora de pajonales y arbustos bajos y fauna adaptada a las condiciones del altiplano, incluyendo aves como gorriones y marías.
- Zona de fácil acceso desde La Paz, ideal para senderismo y caminatas, con rutas que atraviesan cañones y vías poco señalizados, lo que añade un componente de aventura.
- Está habitado por comunidades andinas agrarias y pastoriles desde tiempos antiguos.
- Contraste visual y ambiental con la ciudad cercana, ofreciendo un refugio natural y un entorno de belleza desértica y sobrecogedora.
- Es monumento natural, lo que subraya su valor ecológico, geológico y paisajístico.
- Altitud elevada, alrededor de 3.965 metros sobre el nivel del mar, lo que ofrece vistas espectaculares.
- Misticismo y leyendas locales refuerzan su aura enigmática.
- Accesibilidad mediante transporte público y caminos que atraviesan la zona.
- Presencia de edificaciones ceremoniales prehispánicas, aunque amenazadas por la expansión urbana.