Salvo para algunos teólogos -entre los que debe estar el Papa León XIV-, varios filósofos y unos pocos eruditos más, el término nestorianismo nos era totalmente ajeno, desconocido más bien. Por tanto, es tarea de hablarydecir en su sección ¿Qué fue? intentar descifrar someramente los entresijos de la doctrina de Nestorio.
Nestorianismo. Origen y contexto
Surgió en el siglo V en el seno del Imperio Romano de Oriente, en un momento de intensos debates teológicos sobre la naturaleza de Jesucristo. Su principal impulsor fue Nestorio, patriarca de Constantinopla desde el año 428. En esa época, la Iglesia debatía cómo entender la relación entre la naturaleza divina y la humana en la persona de Jesús. Era el tema central para la teología cristiana.
Doctrina, condena y consecuencias
La doctrina nestoriana afirmaba que en Jesucristo existen dos personas separadas: una divina (el Logos o Hijo de Dios) y otra humana (el hombre Jesús). Según Nestorio, estas dos personas estaban unidas en Cristo, pero no mezcladas ni confundidas. Por ello, rechazaba el título de Theotokos (Madre de Dios) para la Virgen María, argumentando que ella solo podía ser llamada Christotokos (Madre de Cristo), ya que dio a luz a la naturaleza humana de Jesús, no a la divina.
Esta posición pretendía salvaguardar la plena humanidad y la plena divinidad de Cristo, pero fue percibida por sus críticos como una división excesiva, que rompía la unidad de la persona de Jesús.
El nestorianismo fue condenado como herejía en el Concilio de Éfeso en el año 431. Allí se afirmó que en Cristo hay una sola persona con dos naturalezas, divina y humana, perfectamente unidas. Nestorio fue depuesto y exiliado y sus seguidores fueron perseguidos en el Imperio Bizantino.
Sin embargo, muchos cristianos que apoyaban las ideas de Nestorio se refugiaron en el Imperio Persa, donde encontraron protección y pudieron organizarse como una iglesia separada. Así nació la llamada Iglesia del Oriente, también conocida como Iglesia Nestoriana.
Expansión del nestorianismo
La Iglesia Nestoriana se expandió rápidamente fuera de las fronteras del Imperio Romano, llegando a Persia, Asia Central, la India (donde se conocen como cristianos de Santo Tomás) e incluso China, donde el cristianismo nestoriano tuvo presencia durante la dinastía Tang. Esta expansión convirtió al nestorianismo en una de las ramas más influyentes del cristianismo oriental durante la Edad Media.
A pesar de las persecuciones y los conflictos con otras ramas cristianas, la tradición nestoriana sobrevivió y dejó una huella importante en la historia religiosa y cultural de Asia.
Situación actual
Hoy en día, el nestorianismo como tal ha desaparecido, pero su legado pervive en algunas iglesias orientales, especialmente entre los cristianos asirios. Estas comunidades mantienen tradiciones litúrgicas y teológicas propias, aunque muchas han evolucionado y se han acercado a otras confesiones cristianas.