Volvemos a analizar una lengua americana en Son de…, hoy la lengua chemehuevi, que es el idioma tradicional del pueblo chemehuevi, una comunidad indígena asentada históricamente en la Gran Cuenca y el desierto del suroeste de Estados Unidos, especialmente en California, Nevada y Arizona.
El chemehuevi
El término chemehuevi tiene etimologías debatidas: podría derivar de una palabra mojave que significa los que juegan con peces o de un término quechan que alude a nariz en el aire como un correcaminos. Ríanse pero créanlo.
Los propios hablantes suelen llamarse nüwüwü (el pueblo) o tantáwats (hombres del sur).
Estructura lingüística y usos
El chemehuevi pertenece a la rama numica de la familia uto-azteca, una de las más extensas de América del Norte. Está emparentado con lenguas como el shoshone, el paiute y el ute, compartiendo con ellas rasgos fonológicos y gramaticales. La fonología del chemehuevi se percibe como áspera por los no hablantes, con frecuentes combinaciones de consonantes y sonidos poco comunes en lenguas europeas.
Su morfología es aglutinante, permitiendo la formación de palabras complejas mediante sufijos y prefijos. El orden básico de la oración es sujeto-objeto-verbo, aunque existe flexibilidad gracias a la marcación morfológica. Los sustantivos pueden recibir afijos para indicar número y posesión y los verbos presentan conjugaciones que expresan aspectos, modos y relaciones espaciales. El sistema pronominal distingue inclusivo y exclusivo en primera persona del plural y cuenta con partículas y enclíticos que matizan el significado de las frases. El léxico refleja la vida nómada y el entorno desértico, con abundantes términos para plantas, animales y fenómenos naturales.
Chemehuevi. Historia y perspectivas
El chemehuevi fue documentado sistemáticamente a principios del siglo XX, primero por John P. Harrington y Carobeth Laird y más tarde por Margaret L. Press, quien recopiló gramáticas, grabaciones y léxicos fundamentales para su estudio y preservación. Tradicionalmente, fue la lengua de la vida cotidiana, la transmisión oral de mitos y rituales y la comunicación de saberes ecológicos. Sin embargo, la presión del inglés y la dispersión del pueblo han reducido su uso intergeneracional, situando al chemehuevi en peligro crítico de extinción, con menos de 20 hablantes fluidos a principios del siglo XXI. En respuesta, se han impulsado programas de revitalización, como la creación de escuelas y materiales didácticos y la fundación del Siwavaats Junior College en Lake Havasu City en 2015, que surgió con el objetivo de enseña la lengua chemehuevi.
Hoy, el chemehuevi es símbolo de identidad y resistencia cultural. Su revitalización es una forma de recuperar la memoria colectiva y fortalecer los lazos comunitarios. Aunque enfrenta obstáculos como la falta de consenso ortográfico y la escasez de hablantes nativos, la documentación existente y los esfuerzos educativos ofrecen una base para su recuperación. El chemehuevi sigue siendo un testimonio de la diversidad lingüística de América del Norte y un campo privilegiado para comprender la evolución, la estructura y la resiliencia de las lenguas uto-aztecas.