Pocas palabras del español resultan tan plásticas y polisémicas como zoquete. Su sonoridad, su carga despectiva y su variedad de significados la convierten en un término singular, digno de figurar en el repertorio de Extrañas palabras. ¿Por qué es extraña? Porque, siendo tan común, esconde tras su aparente simpleza una historia etimológica compleja, usos divergentes y una notable capacidad para adaptarse a contextos y geografías dispares.
Zoquete. Etimología
Tradicionalmente, se ha propuesto un origen celta, del protocéltico tsucca, que significaba pedazo de madera. Otra hipótesis apunta al latín medieval soccus o socca, que designaba un tipo de calzado de madera, de donde también proviene zueco. La alternancia entre s y z es común en los romances y podría explicar la evolución fonética.
Sin embargo, hay quienes defienden un origen árabe, del hispanoárabe çucáta o del árabe suqât, desecho, objeto sin valor. Esta teoría, aunque menos aceptada se apoya en la prolongada presencia árabe en la península ibérica.
En México, el término tiene una raíz completamente distinta: proviene del náhuatl zóquitl, que significa lodo, barro. Esta acepción, aunque no recogida por la RAE, es de uso común en muchas regiones mexicanas.
Significados y usos
- En el español peninsular, zoquete designa principalmente un pedazo de madera corto y grueso, sobrante tras labrar un tronco. Por extensión metafórica, una persona torpe, ignorante o de pocas luces: Ese chico es un zoquete.
- En Cuba, puede usarse como adjetivo para referirse a alguien altanero.
- En México, Paraguay y otras zonas de América, zoquete es el lodo pegajoso que se adhiere al pisarlo. En Paraguay, además, puede significar un gran trozo de carne o incluso un cargo público, mostrando la plasticidad del término.
- En el Cono Sur, la variante soquete se refiere a un calcetín corto, aunque su etimología y uso divergen del zoquete peninsular.
Curiosidades y expresiones
La riqueza de zoquete se aprecia en el habla popular y en las expresiones derivadas:
- En México, enzoquetar significa ensuciar con lodo: ¡Ya me enzoquetaste el piso!
- En España, llamar a alguien zoquete es insulto suave, casi humorístico, para señalar torpeza o lentitud mental.
- En Paraguay, el término adquiere matices irónicos al referirse a cargos públicos, lo que ha dado pie a bromas y dobles sentidos.
Zoquete. La extrañeza de una palabra cotidiana
Zoquete es una palabra extraña porque, pese a su aparente vulgaridad, esconde una riqueza semántica y etimológica poco habitual. Su capacidad para mutar de significado según el territorio y el contexto —de madera a lodo, de torpeza a altivez, de insulto a simple descripción— la convierte en un pequeño tesoro del español, digno de análisis y celebración en cualquier colección de palabras singulares.