Con Pardiñas continuamos nuestra serie Criminales y otros delincuentes. Hoy presentamos a alguien que encarnó dos adjetivos íntimamente unidos: anarquista y asesino.
Pardiñas. El anarquista (otro) que mató a Canalejas.
El 12 de noviembre de 1912, en plena Puerta del Sol de Madrid, el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas, fue asesinado a quemarropa por un joven anarquista aragonés llamado Manuel Pardiñas Serrano. Aquel acto, que conmocionó a la opinión pública y marcó un hito en la historia del terrorismo político en España, sigue envuelto en interrogantes más de un siglo después.
Pardiñas. Sus orígenes
Manuel Pardiñas nació en El Grado (Huesca), en 1880 o 1886, según distintas fuentes. Hijo de un carabinero retirado, Agustín Pardiñas Ferriz y de María Serrano, se formó en la Escuela de Artes y Oficios y trabajó como pintor decorador en varias ciudades: Zaragoza, San Sebastián, Biarritz y Bayona.
Su vida giró al emigrar a Buenos Aires para evitar el servicio militar. Allí se vio envuelto en el ambiente anarquista radical que agitaba la capital argentina. Fue expulsado en 1909 tras el asesinato del jefe de policía Ramón Falcón a manos del anarquista Simón Radowitzky (ya ven: los anarquistas haciendo cosas de anarquistas…) Posteriormente vivió en La Habana y Tampa (Florida), antes de regresar a Europa, donde residió un tiempo en Francia.
El atentado
El 12 de noviembre de 1912, Canalejas paseaba por la Puerta del Sol tras haber despachado con el rey Alfonso XIII. Se detuvo frente al escaparate de la librería San Martín, donde observaba un mapa de la guerra de los Balcanes. A las 11:20, Pardiñas se acercó y le disparó tres veces con una pistola Browning de gran calibre. El presidente murió en el acto.
Un agente de policía intentó detener al asesino, pero Pardiñas, según la versión oficial, se suicidó en el acto con la misma arma. Sin embargo, investigaciones posteriores han cuestionado esta versión: el cuerpo presentaba dos impactos de bala en el cráneo, lo que ha llevado a algunos a señalar que fue ejecutado por la policía.
Motivaciones y contexto
El asesinato de Canalejas se enmarca en un periodo de fuerte agitación social y política. El presidente liberal había impulsado reformas sociales y laborales, pero también había reprimido huelgas y movimientos obreros. Su figura era vista por algunos sectores anarquistas como un obstáculo para la revolución.
Pardiñas, influido por la doctrina de la propaganda por el hecho, habría actuado como parte de una estrategia anarquista de atentados individuales contra figuras del poder. No obstante, nunca se esclareció del todo si actuó solo o por encargo de una organización.
Pardiñas. Controversia
El magnicidio tuvo un impacto inmediato: desató una ola de represión contra el movimiento anarquista y alimentó el debate sobre la seguridad del Estado y la violencia política. También generó una intensa cobertura mediática, incluyendo un cortometraje semidocumental titulado Asesinato y entierro de don José Canalejas, donde debutó el actor José Isbert.
El caso de Pardiñas ha sido objeto de múltiples interpretaciones: para algunos, un fanático; para otros, un mártir de la causa anarquista. ¡Qué barbaridad! Su figura encarna las tensiones entre reforma y revolución, entre orden y subversión, que marcaron la España de la Restauración.