Quizá ya lo sabía, pero el Paisaje Lunar es uno de los enclaves naturales más sorprendentes de la isla de Tenerife, en el archipiélago canario. Está en el término municipal de Granadilla de Abona, muy cerca de Vilaflor de Chasna, al sur de la isla.
Se ubica en el Parque Natural de la Corona Forestal, a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar, en las faldas de la montaña de Guajara, la cuarta cumbre más alta de Tenerife, tras el Teide, Pico Viejo y Montaña Blanca.
A este paraje se accede a través de senderos señalizados, como el Camino de Chasna, que atraviesa bosques de pino canario y zonas volcánicas hasta desembocar en un paisaje que parece sacado de una novela de ciencia ficción. Su nombre no es casual: al llegar, el entorno cambia radicalmente y se revela una formación geológica de aspecto blanquecino, erosionada por el viento y el agua, que recuerda a la superficie de la Luna.
Singularidades del Paisaje Lunar
- Formaciones rocosas de piedra pómez moldeadas por la erosión en formas caprichosas, similares a chimeneas o torres naturales.
- Color blanco claro de las rocas, contrastando con el verde intenso del pinar circundante.
- Ubicación en zona de alta montaña, con vistas panorámicas y atmósfera limpia.
- Producto de erupciones volcánicas explosivas y procesos erosivos milenarios.
- Espacio de interés geomorfológico, botánico y faunístico dentro del Parque Natural de la Corona Forestal.
- Comparado visualmente con obras de Gaudí por sus formas escultóricas naturales.
- Accesible mediante senderismo desde Vilaflor, en una ruta de dificultad moderada y gran valor paisajístico.
- Rodeado de pino canario, especie endémica que enmarca así el contraste visual del lugar.
- Zona tranquila, ideal para caminatas contemplativas y fotografía de paisaje.
- Ejemplo de cómo la naturaleza puede crear arte sin intervención humana, solo con tiempo, lava y viento.