Exordio
En esta sección de Galería de horrores ortográficos pretendíamos publicar solo los graves que comete la administración pública en sus escritos. Sin embargo, como hoy, lo haremos también con rotulaciones privadas, aunque en este caso ocultaremos cualquier dato identificativo, que bastante tienen los pequeños negocios con aguantar a los gobiernos y soportar sus impuestos excesivos…
La fotografía que publicamos está en un bar de Zaragoza.
¿Po qué ese punto no?
En español, no se pone punto final ni punto y aparte después del cierre de la interrogación o exclamación. Esta norma está establecida por la Real Academia Española en su Ortografía de la lengua española. Los signos de cierre de interrogación y exclamación cumplen la función del punto, por lo que añadir un punto adicional sería redundante. Después de estos signos, la siguiente oración debe comenzar con mayúscula, como si hubiera un punto. Sin embargo, es posible usar otros signos de puntuación como coma, punto y coma o dos puntos después de los signos de cierre de interrogación o exclamación si la oración continúa.
Así, después de los signos de cierre de interrogación (?) y exclamación (!) no se debe colocar un punto. La razón es que estos signos ya cumplen la función de finalizar el enunciado, por lo que añadir un punto sería redundante. Sin embargo, es importante señalar que:
- Se puede usar otros signos de puntuación después del cierre, como coma, punto y coma o dos puntos, si la oración continúa.
- La palabra que sigue después de estos signos, si inicia una nueva oración, debe comenzar con mayúscula, como si hubiera un punto. Y es que en realidad hay un punto: el del cierre del signo.
- Si hubiera un punto antes del signo de apertura de interrogación o exclamación, este punto sí debe mantenerse.
Es ocioso mencionar que, a diferencia de otros idiomas, en español estos signos son dobles, es decir, se utilizan tanto al inicio como al final de la frase interrogativa o exclamativa. Esto ayuda al lector a anticipar la entonación correcta desde el principio de la oración.
Además, la RAE permite cierta flexibilidad en el uso de estos signos. Por ejemplo, se pueden combinar interrogación y exclamación (¿¡Cómo!? o ¡¿Qué?!), siempre que se mantenga el paralelismo.
¡Ese punto! Corolario
Que no se preocupen los pequeños comerciantes: deben hacerlo bien y escribir con rectitud. El problema surge cuando tomamos como modelo a ciertos profesionales de la palabra escrita, entonces todo lo dicho sobra. ¡Si no sabe aguar el aguador, que lo echen al pilón!