En cuanto lean esta entrada se darán cuenta de por qué en hablarydecir abogamos, sin duda, por introducir las adehalas en nuestra colección de Rescatando palabras olvidadas pero solo como vocablo, nunca como concepto. Y, aunque no lo supiéramos hasta ahora, en España (y en todos los lugares en los que los escrúpulos se extraviaron, o sea aquí, allá y acullá) se sabe mucho de adehalas, por desgracia pero también por exigencias del guion.
Adehala. Origen y significado
El término adehala tiene raíces árabes, específicamente del término ad-dajāla, que significa entrada o ingreso. En el contexto del idioma español, adehala se refiere a dos conceptos principales: por un lado, se puede entender como aquello que se da de gracia o se fija como obligatorio sobre el precio de lo que se compra o arrienda. Por otro lado, también se refiere a lo que se agrega como gajes o emolumentos al sueldo de un empleo o comisión. En este sentido, la palabra es sinónimo de gratificación o propina y se utiliza en contextos comerciales y laborales.
Adehala en la RAE
Dos acepciones señala el diccionario oficial:
- Aquello que se da de gracia o se fija como obligatorio sobre el precio de aquello que se compra o toma en arrendamiento.
- Aquello que se agrega de gajes o emolumentos al sueldo de algún empleo o comisión.
La discrepancia sobre el origen del término adehala entre la Real Academia Española (RAE) y otras fuentes se debe a las diferentes interpretaciones de su etimología. La RAE sostiene que proviene del mozárabe ad ihāla o et ihāla, lo que sugiere una conexión directa con el árabe y su significado relacionado con entrada o ingreso. Este enfoque se centra en la idea de que la palabra tiene raíces en el contexto comercial y en las transacciones económicas de la época medieval.
Usos de adehala como vocablo
Pero otras fuentes, sin embargo, como los estudios de Reinhart Dozy y Leopoldo Eguilaz, ofrecen una interpretación más amplia. Dozy define adehala como un término que se refiere a lo que los franceses llaman pot de vin (o sea, soborno), derivado del árabe dakhala, que también significa entrada, pero que se contextualiza en el ámbito de los sobornos o gratificaciones. Eguilaz, en su glosario, menciona que se trata de un emolumento o renta y destaca que la adehala no es simplemente una donación graciosa, sino un apéndice exigible a la renta por parte del propietario.
La variación en las definiciones y orígenes puede reflejar la evolución del término a lo largo del tiempo y su uso en diferentes contextos sociales y económicos. Así, mientras la RAE se enfoca en una etimología más formal y directa relacionada con el comercio, otras interpretaciones abarcan aspectos más amplios de la cultura y las prácticas sociales de las comunidades donde se utilizaba el término.
Adehala. Corolario
Sí, pero no. Como palabra es muy sonora, con ritmo y expresiva. Como concepto es propio de ciertas gentes y todos los subvalores humanos. Sí en la literatura, no en la vida, pero estando en la dictadura del cobarde Puigdemont y del perro mercachifle no podemos esperar otra cosa, solo echarlos a gorrazos.