Introducción
Sin sorpresas. Esta mañana no nos hemos asombrado con la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la Ley Orgánica 1/2024, de 10 de junio, de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña. Sabíamos que pasaría y ha pasado, tanto que ya está en vigor.
Ya saben todos los que nos siguen habitualmente que en hablarydecir no se comenta nada de política porque estamos para otros menesteres. Eso no quita para que nos expresemos siempre con libertad y, en algunas ocasiones, con cierto sarcasmo. Pero aquí estamos con la lengua, la lingüística, la ortografía, la gramática, la literatura… Por tanto, estudiamos amnistía solo como palabra.
¿Qué significa realmente amnistía?
El término proviene del griego amnestia, que significa olvido. Se compone de dos partes: el prefijo a-, que significa sin y mnēstis, recuerdo. Por lo tanto, la amnistía implica un sin recuerdo, un olvido. En su origen, se refería a la práctica de olvidar o perdonar las ofensas o delitos.
Según el diccionario oficial esta es su definición: Perdón de cierto tipo de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores.
Análisis gramatical y usos
Es un sustantivo singular. En español, los sustantivos tienen género y número, y amnistía es femenino singular. Por lo tanto, se debe usar con artículos y adjetivos femeninos singulares. Por ejemplo, se diría la amnistía (no el amnistía) y una amnistía importante (no un amnistía importante).
En cuanto a su uso, amnistía se utiliza en contextos legales y políticos. Puede referirse a una ley que exonera a ciertas personas de responsabilidad por actos ilegales, o a un período de tiempo durante el cual se permite a las personas admitir tales actos sin enfrentar castigo.
Historia
La amnistía tiene una larga historia que se remonta a la antigua Grecia. Durante el período democrático en Atenas (siglo V a.C.), se utilizaba para resolver las tensiones políticas. Después de una etapa de gobierno tiránico o guerra civil, los líderes atenienses proclamaban una amnistía para evitar la venganza y permitir la reconciliación.
En el derecho romano se utilizaba de manera similar para restaurar la paz social después de tiempos de conflicto. Sin embargo, la amnistía romana era más formal y legalista que la griega. Se promulgaba mediante un acto legislativo y eximía a ciertos individuos o grupos de la responsabilidad penal por sus actos.
En la era moderna se ha utilizado en numerosas ocasiones para resolver conflictos y promover la reconciliación. Por ejemplo, después de la Guerra Civil estadounidense, el presidente Andrew Johnson emitió una amnistía para los confederados en un intento de unificar al país. En Sudáfrica, la Comisión de la Verdad y Reconciliación otorgó amnistías a individuos que cometieron abusos contra los derechos humanos durante el apartheid, siempre y cuando revelaran completamente sus acciones.
Conclusión
Habemus amnestiam! Los legisladores y Su Majestad el Rey ya han cumplido, pese al famoso discurso de este y las reiteradas declaraciones de la inconstitucionalidad de la ley del gobierno. A partir de ahora es el turno de los jueces, de los que han de aplicar la norma.