Amor sádico

mayo 17, 2024

Soneto de Julio Herrera y Reissig incluido en Los parques abandonados (1902)

 

Texto íntegro de Amor sádico

Ya no te amaba, sin dejar por eso
de amar la sombra de tu amor distante.
Ya no te amaba, y sin embargo el beso
de la repulsa nos unió un instante…

Agrio placer y bárbaro embeleso
crispó mi faz, me demudó el semblante.
Ya no te amaba, y me turbé, no obstante,
como una virgen en un bosque espeso.

Y ya perdida para siempre, al verte
Anochecer en el eterno luto,
-mudo el amor, el corazón inerte-,

huraño, atroz, inexorable, hirsuto…
¡Jamás viví como en aquella muerte,
nunca te amé como en aquel minuto!

Comentario

No es la poesía lo más adecuado para expresar interpretaciones, pues la poesía es, sobre todo, sentimiento individual.

No obstante, sí diremos que, en Amor sádico, todos los versos son endecasílabos. El tema del poema es el amor contradictorio y doloroso, el conflicto interno entre el amor y el desamor y cómo este enfrentamiento se manifiesta físicamente.

El poema utiliza varias figuras retóricas, incluyendo el oxímoron (amor sádico), la antítesis (Ya no te amaba, sin dejar por eso / de amar la sombra de tu amor distante), y la metáfora (como una virgen en un bosque espeso).

El autor

Julio Herrera y Reissig, el protagonista de nuestras efemérides de hoy,  nació el 9 de enero de 1875 en Montevideo (Uruguay). Su precaria salud le marcó la vida, tanto que a los diecisiete años, tuvo que abandonar sus estudios formales debido a una enfermedad cardíaca congénita. A pesar de eso, se convirtió en un ávido lector y escritor.

La obra principal de Julio Herrera y Reissig es el resultado de sus últimos diez años. Los primeros poemas, hasta 1900, siguieron la línea de una poesía patriótica y romántica pero evolucionó hacia la vanguardia modernista y surrealista, convirtiéndolo en una referencia de la poesía latinoamericana de la época.

Herrera y Reissig está considerado como uno de los líderes de la vanguardia modernista en la literatura uruguaya. Su obra ejerce influencia en muchos poetas y escritores, y es reconocido como uno de los cuatro herederos de Rubén Darío, junto a Leopoldo Lugones, Amado Nervo y Ricardo Jaimes Freyre.

Entre sus obras destacamos Los parques abandonados, Las violetas del ocaso, Los éxtasis de la montaña, y su primer poema Miraje, publicado en 1898.

Julio Herrera y Reissig falleció en Montevideo, el 18 de marzo de 1910, a los 35 años de edad.

 

NOTA: Esperamos que hayan disfrutado de la lectura que les presentamos y les recordamos que estaremos encantados de recibir sus críticas, comentarios o sugerencias en hablar@hablarydecir.com

Artículos relacionados

Insomnio

Insomnio

Dámaso Alonso Insomnio, de Dámaso Alonso   Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces, en la noche, yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo...

leer más
Playa filipina

Playa filipina

Adelina Gurrea Playa filipina, de Adelina Gurrea   Dice su amor a la espuma una canción de palmeras; el beso de luz del trópico incandece las arenas. Mil caracolas lo gozan, mil conchas de cien colores y hay un renovar de ritos bajo rodares salobres. El aire...

leer más
Vienes a mí

Vienes a mí

Enrique González Martínez Vienes a mí, de Enrique González Martínez   Vienes a mí, te acercas y te anuncias con tan leve rumor, que mi reposo no turbas, y es un canto milagroso cada una de las frases que pronuncias. Vienes a mí, no tiemblas, no vacilas, y hay al...

leer más