Exordio
Hablaremos hoy de un destacadísimo polímata español, solo conocido en ambientes reducidos. Tan notable como poco desconocido y, con una notable virtud adicional que pocos han podido conseguir: su condición de zaragocista impenitente y fiel y leal asistente a los partidos de La Romareda hasta sus últimos días en este mundo que, entonces no era tan atroz como hoy. ¡Ay, si levantase la cabeza!
Se trata de Antonio Beltrán Martínez (1916-2006) una figura destacada en el ámbito académico y cultural español del siglo XX. Nacido en Sariñena (Huesca), desarrolló una carrera prolífica y multifacética que abarcó diversos campos del conocimiento.
Antonio Beltrán. Semblanza
Beltrán Martínez se formó en Valencia y Zaragoza, obteniendo el doctorado en Filosofía y Letras y la licenciatura en Derecho. Su trayectoria académica fue sobresaliente, llegando a ocupar la cátedra de Arqueología, Epigrafía y Numismática en la Universidad de Zaragoza en 1949, y posteriormente la de Prehistoria en 1981.
Su pasión por el conocimiento y la investigación le llevó a desempeñar diversos cargos de responsabilidad. Fue decano de la Facultad de Filosofía y Letras, director de varias instituciones, como el Museo Provincial de Zaragoza y fundador del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena. Además, su labor trascendió las fronteras españolas, siendo miembro del Consejo Permanente y del Comité Ejecutivo de la UNESCO, donde ejerció como asesor en arte rupestre.
Polímata por excelencia
La amplitud y profundidad de los conocimientos de Beltrán Martínez, así como su capacidad para destacar en múltiples disciplinas, lo convierten en un auténtico polímata. Su versatilidad se manifestó en diversos campos:
- Arqueología e Historia. Realizó importantes excavaciones y estudios sobre arte rupestre prehistórico en España, Francia y otros países.
- Numismática. Heredó la pasión por las monedas de su padre y se convirtió en una autoridad en la materia.
- Epigrafía. Contribuyó notablemente al estudio de inscripciones antiguas, especialmente las ibéricas.
- Museología. Fundó y dirigió varios museos, dejando huella en la preservación del patrimonio cultural.
- Literatura y divulgación. Autor prolífico con cerca de quinientos libros y artículos publicados.
- Gastronomía. Presidió la Academia Aragonesa de Gastronomía, demostrando su interés por la cultura culinaria.
Aportaciones y obras destacadas
Las contribuciones de Antonio Beltrán Martínez al conocimiento fueron numerosas y variadas. En el campo del arte rupestre, sus investigaciones en cuevas del sur de Francia y en el llamado Arte Levantino fueron pioneras. Su trabajo en este ámbito culminó con la declaración del arte rupestre del Arco Mediterráneo como Patrimonio Mundial en 1998.
En numismática, ya hemos dicho que continuó el legado de su padre, convirtiéndose en un referente. Sus obras Curso de Numismática (1950) y Las monedas hispánicas antiguas (1953) son fundamentales en la disciplina.
Beltrán Martínez también dejó su impronta en la cultura aragonesa. Impulsó las investigaciones arqueológicas en la región y contribuyó a la popularización de tradiciones como la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar en la que, por diversos medios de información (entonces aún los había), nos deleitó durante años con su sabiduría sobre hechos y costumbres de esta y otras tantas tradiciones, religiosas o no.
Entre sus obras más destacadas se encuentran Arte rupestre levantino (1968); La cueva de Niaux (1973), escrita en colaboración con Romain Robert y René Gailli; La Aljafería (1970); Goya en Zaragoza (1971); Ensayo sobre el origen y significación del arte prehistórico (1989); Aragón y los aragoneses (1995) e Introducción al estudio de la moneda hispanoamericana (1997). Su labor como divulgador se refleja en obras como Pueblos de Aragón (1999-2005), donde exploró las tradiciones y el folclore de la región.
Siendo conscientes de la imposibilidad de citar una relación exhaustiva, señalamos que fue Presidente de la Junta Superior de Excavaciones Arqueológicas, miembro y asesor del Consejo Permanente y del Comité Ejecutivo de la Unesco, miembro del Consejo de Dirección de la Gran Enciclopedia Aragonesa, presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía, etc.
Antonio Beltrán Martínez. Corolario
Estamos ante un erudito cuya curiosidad insaciable, capacidad intelectual y actitudes ante la vida le permitieron destacar en múltiples disciplinas. Su legado perdura no solo en sus numerosas publicaciones (pueden consultar algunas en Dialnet), sino también en las instituciones que fundó y, sobre todo, en las generaciones de estudiantes que formó a lo largo de su extensa y prolífica carrera académica.
