Fredric Brown
Texto íntegro de Aprendan geometría, microrrelato de Fredric Brown
Henry miró el reloj. A las dos de la mañana cerró el libro, desesperado. Seguramente lo suspenderían al día siguiente. Cuanto más estudiaba geometría, menos la comprendía. Había fracasado ya dos veces. Con seguridad lo echarían de la universidad. Solo un milagro podía salvarlo. Se enderezó. ¿Un milagro? ¿Por qué no? Siempre se había interesado por la magia. Tenía libros. Había encontrado instrucciones muy sencillas para llamar a los demonios y someterlos a su voluntad. Nunca había probado. Y aquel era el momento o nunca. Tomó de la estantería su mejor obra de magia negra. Era sencillo. Algunas fórmulas, ponerse a cubierto en un pentágono, llega el demonio, no puede hacernos nada y se obtiene lo que se desea. ¡El triunfo es nuestro! Despejó la sala retirando los muebles contra las paredes. Luego dibujó en el suelo, con tiza, el pentágono protector. Por fin pronunció los encantamientos. El demonio era verdaderamente horrible, pero Henry se armó de coraje.
-Siempre he sido un inútil en geometría… -comenzó.
-¡A quién se lo dices! -replicó el demonio, riendo burlonamente.
Y cruzó, para devorarse a Henry, las líneas del hexágono que aquel idiota había dibujado en vez del pentágono.
Sobre Aprendan geometría
A nuestro entender estamos ante una joya de la ciencia ficción que demuestra el ingenio del autor. Lo fascinante de este relato es cómo Brown utiliza la geometría básica como elemento central de una trama de vida o muerte, subvirtiendo las expectativas del lector y creando un final sorprendente y memorable.
Luego está, claro, la subjetividad de cada cual, el gusto de cada lector… Ya hemos dicho que en hablarydecir nos parece genial (o sea, propio de un genio, no en el sentido que se le da ahora y que solo quiere decir bueno o, como mucho, estupendo).
Sobre Fredric Brown
Fredric Brown fue un destacado escritor estadounidense de ciencia ficción y misterio, nacido el 29 de octubre de 1906 en Cincinnati. Se le reconoce ampliamente por sus relatos cortos, que a menudo incluyen elementos de humor y finales sorprendentes. Fredric Brown fue un pionero en la escritura de minicuentos, historias de una extensión inferior a las 1000 palabras. Su estilo siempre se caracteriza por una ironía aguda y un humor inteligente.
Sus obras
Entre sus obras más reconocidas destacamos Arena, que fue adaptada en un episodio de Star Trek, y novelas como ¡Marciano, vete a casa! de 1955, que muestra la vida de un escritor de ciencia ficción alterada por una invasión marciana. Su novela Universo de locos, de 1949 es otra pieza significativa que juega con las convenciones del género de ciencia ficción.
Fredric Brown falleció en Tucson (Arizona) el 11 de marzo de 1972, a los 65 años de edad.
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