¿Para qué sirve aumentar el salario mínimo si la vida se encarece mucho más?
A menudo resulta sorprendente —aunque cada vez menos— constatar la falta de madurez de muchos votantes y la capacidad de manipulación de algunos gobiernos y medios de comunicación que actúan bajo la influencia de grupos de poder. Por ejemplo, imagine que el año pasado, con 70 euros, podía llenar el depósito de su coche, pero este año, con la misma cantidad, solo puede llenar poco más de la mitad. ¿No le parecería preocupante que, pese a disponer de más dinero, su poder adquisitivo sea menor por la subida de precios?
Los logros del gobierno criminal
Hablamos de aquello de lo que ellos presumen: de lo que tanto se vanaglorian con su supuesto soporte, su presunto escudo social. Por lo tanto, descartamos la política de vivienda, la independencia judicial, la política laboral, el fomento de la agricultura y del sector primario en general, la cohesión social, las políticas sobre las libertades reales, etc. Así pues, nos limitamos a señalar que han sido capaces de aumentar el salario mínimo, batir el récord de subsidios pagados (consecuencia de la pobreza) y convertir el ruedo político en un espectacular coso de la desvergüenza, la corrupción —y no solo la económica— y el desprecio singular y absoluto por la verdad. La consecuencia: una democracia basada en pilares nimios que ya no solo están descoloridos, sino, sobre todo, oxidados y, por lo tanto, endebles.
El salario mínimo
Entre la realidad, la magia, las dádivas y la estupidez pública se desenvuelve este gobierno mafioso, pendenciero y, por supuesto, criminal. Utilizan ciertos modelos, les dan un barniz superficial y, mientras esquilman a la gente, presumen de su eficacia, progresismo e igualdad.
El ejemplo del salario mínimo es rotundo, aunque quizás la Yoli no lo sepa, que no le cabe entre sus meninges, vaya:
Tener más dinero no significa ser menos pobre si, al mismo tiempo, los precios de los bienes y servicios han subido más que tus ingresos. Si con un 10 o 15 % menos de dinero antes podías comprar más cosas que ahora, es porque tu poder adquisitivo ha disminuido. En otras palabras, aunque tengas más billetes en el bolsillo, esos billetes valen menos porque todo cuesta más. Por eso, es un error pensar que simplemente tener más dinero te hace estar en mejor situación económica si ese dinero compra menos que antes. Y si, además, como es el caso, sube la cuota del IRPF, ya no es un engaño: es otra estafa de la banda de la sentina.
Que el gobierno intente engañar es criminal, que los medios de comunicación lo aplaudan es servilismo y que la gente se lo crea es el más claro ejemplo de estupidez y analfabetismo, que es, por cierto, lo que los gobiernos pretenden: una población sin conocimiento, sin criterio, sin responsabilidad y sin valor.