La palabra bruxismo es un neologismo relativamente reciente en español, documentado desde 1932 a partir del inglés bruxism.
Su raíz, sin embargo, es mucho más antigua: proviene del griego βρύχω (brýcho), que significa rechinar o morder, y del sustantivo βρυγμός (brugmós), mordedura. El sufijo -ismo, como en paludismo o hipotiroidismo, indica proceso o afección. Así, bruxismo designa literalmente el acto patológico de apretar o rechinar los dientes.
Bruxismo. Significado clínico y simbólico
En odontología, es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes sin propósito funcional, generalmente durante el sueño, aunque también puede darse en vigilia. Se considera un trastorno psicosomático, vinculado al estrés, la ansiedad o la tensión emocional. Afecta entre un 10 % y un 20 % de la población, y puede provocar desgaste dental, dolor mandibular, cefaleas y trastornos en la articulación temporomandibular.
Pero más allá de su definición médica, el bruxismo puede leerse como una metáfora corporal: una forma de lenguaje no verbal, una escritura nocturna del malestar. El cuerpo habla cuando callamos. Apretar los dientes es, en cierto modo, una forma de resistencia muda.
Usos y registros
Aunque su uso más común es técnico, bruxismo ha empezado a filtrarse en registros más amplios, incluso literarios o periodísticos, como símbolo de tensión contenida. Su sonoridad áspera —esa secuencia brx tan infrecuente en español— le confiere una fuerza expresiva singular. No es casual que algunos autores hablen de una sociedad en bruxismo permanente, aludiendo a la ansiedad estructural de nuestro tiempo.
Curiosidades
En español, bruxismo convive con sinónimos poco frecuentes como bruxomanía, aunque este último tiene un matiz más compulsivo. En otras lenguas, como el francés (bruxisme) o el italiano (bruxismo), la raíz es la misma, lo que revela su origen común en la terminología médica internacional.
El rechinar de dientes aparece en la tradición bíblica como signo de desesperación o castigo (llanto y crujir de dientes), lo que añade una capa simbólica de sufrimiento reprimido. En la cultura popular, el bruxismo se asocia a personajes tensos, reprimidos o neuróticos, como si el rechinar nocturno revelara lo que el lenguaje diurno oculta.
Bruxismo: decir lo indecible
Bruxismo no es solo una afección: es una palabra que condensa tensión, violencia contenida y lenguaje corporal. Su rareza fonética, su raíz antigua y su uso moderno la convierten en un término fascinante para pensar el cuerpo, el lenguaje y la época. En hablarydecir, merece un lugar no solo como curiosidad médica, sino como símbolo de lo que decimos sin querer decir.




