Quizá ya lo sabía, pero la Caldera de Taburiente, situada en la isla de La Palma, es un paraje singularísimo del archipiélago canario. Este espacio natural protegido, declarado Parque Nacional en 1954, destaca por su depresión de origen volcánico y erosivo, rodeada de altas cumbres y surcada por profundos barrancos.
- Caldera significa depresión de grandes dimensiones y con paredes escarpadas, originada por erupciones volcánicas muy intensas.
- Es una de las mayores depresiones de origen erosivo del mundo, con un diámetro de entre 8 y 10 kilómetros y paredes que alcanzan hasta 2.000 metros de desnivel.
- El punto más alto es el Roque de los Muchachos, con 2.426 metros de altitud, que corona el circo montañoso que rodea la caldera.
- El paisaje está dominado por abruptos acantilados, crestas y roques, como el Roque Idafe, testigos de la intensa erosión y de la historia volcánica de la isla.
- La caldera se abre al mar únicamente por el Barranco de las Angustias, que actúa como desagüe natural de los numerosos arroyos y manantiales del parque.
- Contiene barrancos de gran belleza, así como cascadas y saltos de agua, entre los que destaca la Cascada de Colores.
- Alberga gran variedad de especies vegetales y animales, muchas endémicas de Canarias y extensos bosques de pino canario.
- Riqueza hídrica: más de 70 manantiales y galerías de captación de aguas subterráneas.
- Restos arqueológicos y petroglifos de los antiguos habitantes benahoaritas, así como topónimos de origen prehispánico.
- El material predominante es el basalto, junto a lavas almohadilladas y otras formaciones volcánicas que reflejan la compleja historia geológica de la isla.
- La conservación del entorno permitió que flora, fauna y paisaje hayan llegado casi intactos hasta la actualidad, convirtiendo la Caldera de Taburiente en un auténtico reducto natural y cultural.