Los catecismos testerianos fueron instrumentos de evangelización en la Nueva España: códices pictográficos concebidos para transmitir la doctrina católica a través de imágenes y símbolos, elaborados por los franciscanos —entre ellos fray Jacobo de Testera— a partir del siglo XVI.
Catecismos testerianos. Contexto
Tras la conquista de México, los misioneros enfrentaron una dificultad decisiva: no conocían las lenguas indígenas. La evangelización nunca se realizó en lengua española, sino en las propias lenguas autóctonas —náhuatl, otomí, tarasco, maya, entre otras— que los religiosos debían estudiar previamente para poder comunicarse.
Mientras aprendían esas lenguas, recurrieron a un recurso visual: catecismos pictográficos. Estos documentos se elaboraban con dibujos y convenciones gráficas inspiradas en la tradición indígena prehispánica, a veces acompañados de palabras en náhuatl o en otras lenguas locales.
El papel de fray Jacobo de Testera
El término testeriano procede de Jacobo de Testera (o Tastera), franciscano que arribó a la Nueva España en 1529. A él se le atribuye la sistematización de estos catecismos, concebidos como lienzos o códices en los que la doctrina cristiana se expresaba mediante imágenes adaptadas a la iconografía indígena. Su método fue recogido por cronistas como fray Juan de Torquemada —sin relación con el inquisidor Tomás de Torquemada— en la Monarquía Indiana.
Características principales
- Lenguaje visual: símbolos y pictogramas que representaban oraciones, mandamientos o sacramentos.
- Función didáctica: servían como guías para enseñar a comunidades enteras, incluso cuando los religiosos aún no dominaban la lengua local.
- Hibridación cultural: combinaban elementos indígenas (pictografía, convenciones gráficas) con símbolos cristianos (cruces, ángeles, demonios).
- Uso temprano: se emplearon desde la década de 1520, como apoyo inicial mientras los misioneros estudiaban las lenguas autóctonas.
Valor cultural y debate
Los catecismos testerianos son considerados ejemplos de arte tequitqui (mestizo, fruto de la fusión cultural) aunque algunos especialistas discuten si su manufactura fue indígena o hispana.
Hoy se conservan ejemplares en instituciones como la Biblioteca John Carter Brown y el Centro de Estudios de Historia de México. Además, se estudian como testimonios de la estrategia visual de evangelización y de la resistencia y adaptación de las culturas originarias.
Catecismos testerianos. Síntesis
En definitiva, fueron instrumentos pedagógicos y simbólicos que revelan cómo la evangelización en la Nueva España se apoyó en la imagen y en el aprendizaje de las lenguas indígenas, nunca en el español, para superar las barreras culturales y lingüísticas.
Son documentos híbridos, a medio camino entre códice indígena y catecismo cristiano, que muestran la compleja negociación cultural del siglo XVI.




