Sumamos a nuestra sección de Personajes y figuras a un hombre tan singular como irrepetible: César González-Ruano (Madrid, 1903–1965).
Fue uno de los periodistas más prolíficos y polémicos del siglo XX español. Su figura, envuelta en una mezcla de genialidad literaria y sombras biográficas, ha sido objeto de admiración y rechazo. Él mismo decía: Yo no tengo biografía, sino leyenda.
Es precisamente esa tensión entre el mito y la obra lo que lo convierte en un personaje fascinante y digno de estudio.
González-Ruano: el dandi cínico
Fue un esteta empedernido, un hombre que vivió para sí mismo y escribió para todos. Su vida estuvo marcada por el hedonismo, el cinismo y una constante reinvención de su personaje. Se presentaba con chalecos chillones, el pelo teñido y frases provocadoras como Cervantes escribía con los pies. Frecuentó cafés, tertulias y ambientes bohemios y convirtió el Café Gijón en su oficina. Vivió en Madrid, Sitges y París..
El periodismo como literatura
Ruano escribió más de 30.000 artículos, cultivó todos los géneros —poesía, novela, teatro, biografía— y fue corresponsal en Berlín, Roma y el París ocupado. Su estilo rompía con el costumbrismo y apostaba por una prosa viva, personal y autoficcional. Fue pionero en entrevistar a personajes del hampa y en convertir la crónica en confesión. Obras como Las palabras quedan, Diario íntimo y Mi medio siglo se confiesa a medias son referentes del columnismo literario.
González-Ruano. Sus méritos
- Ganó el Premio Mariano de Cavia en 1932 y el Premio Café Gijón en 1951.
- Elevó el artículo periodístico a categoría literaria, influenciando a autores como Francisco Umbral.
- Autor de memorables biografías de Baudelaire, Wilde, Zola y Mata Hari.
- La Fundación MAPFRE creó el Premio González-Ruano de Periodismo, vigente hasta 2014.
Curiosidades y controversias
- Lo encarceló la Gestapo en 1942, en la prisión de Cherche-Midi, donde escribió su poema más célebre: Balada de Cherche-Midi.
- Se le acusó de colaborar con los nazis y de estafar a judíos en el París ocupado, aunque no hay pruebas concluyentes.
- Escribía sus artículos en bares y cafés, incluso en el Chiringuito de Sitges, donde se conserva un mural en su honor.
- En su diario dejó frases como: ¿Está tan mal una profesión donde con un rato al levantarse ha ganado uno ya todos los gastos del día?