Claudicación

septiembre 27, 2025

Texto íntegro de Claudicación

Microrrelato de Ángel Olgoso

 

Me trasladaron de inmediato al hospital aquejado de un dolor fuerte, aunque difuso, que podía localizar al mismo tiempo en las piernas, en la frente y en la boca del estómago, y que se acompañaba de continuos espasmos y vómitos. En estado febril, casi comatoso, me llevaron en volandas hasta una de esas consultas de Urgencias que parecen cajones de sastre. Había llegado el momento. Era imposible no imaginar cercano el final con toda su trágica comicidad: cacheteos de mejilla, evaluación de constantes, auxilios espirituales. De una manera enérgica y benevolente, pero que en ningún caso admitía objeción, me situaron ante la mesa dispuesta con los adminículos necesarios. Sentí durante un segundo que toda la amargura y toda la resignación de la existencia se cebaban en mí, que me aproximaba ineludiblemente a la otra vida. Y, solo entonces, la enfermera hizo pasar al primero de los que parecían mis pacientes de la jornada.

Sobre Claudicación

En un párrafo, Ángel Olgoso condensa en Claudicación una experiencia límite que bascula entre la agonía física y la revelación absurda. El relato (2007), se inscribe en la tradición del microrrelato fantástico con giro final, pero lo hace con una precisión quirúrgica que subvierte cualquier expectativa.

El texto describe una situación de agonía que, mediante un lenguaje clínico y envolvente, sugiere la inminencia de la muerte. El desenlace revela que el protagonista no está muriendo, sino iniciando su jornada como médico. Esta inversión de roles transforma la escena en una sátira del dramatismo existencial.

Este giro opera como crítica simbólica. La claudicación no es solo física, sino ontológica: el sujeto se rinde ante el absurdo de su papel, ante la rutina que convierte el sufrimiento en trámite. La inversión de perspectivas —de víctima a ejecutor— revela una estructura donde el dolor se administra, se diagnostica, pero nunca se resuelve.

Olgoso renuncia a la exuberancia verbal que caracteriza otras obras suyas (Los demonios del lugar, La máquina de languidecer) para abrazar una economía expresiva que potencia el efecto simbólico. El relato condensa una experiencia de malestar físico y psicológico y utiliza el lenguaje médico como recurso para expresar una desconexión profunda con la realidad

Ángel Olgoso

Ángel Olgoso (Granada, 1961) es uno de los narradores más singulares y exigentes del cuento fantástico en lengua española. Su obra, marcada por una imaginación desbordante y una prosa de orfebre, transita entre lo visionario, lo grotesco y lo metafísico, con ecos de Kafka, Borges y Schwob, pero con una voz propia que rehúye modas y concesiones.

Cultiva el relato breve como forma de conocimiento, donde lo insólito no es evasión sino revelación. En títulos como La máquina de languidecer, Los demonios del lugar o Cuentos de otro mundo, Olgoso despliega un universo simbólico donde el lenguaje se convierte en materia viva, y la realidad se pliega ante lo fantástico con una lógica implacable.

Premio Andalucía de la Crítica y Premio Setenil, su obra ha sido traducida, estudiada y celebrada por su rigor estilístico y su potencia imaginativa.

 

¡Bienvenido a nuestros Microrrelatos, Ángel Olgoso!

Claudicación. Ilustración en escala de grises que muestra a un médico examinando a un paciente en una sala austera. La escena transmite ambigüedad entre roles, con una atmósfera clínica y sombría

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