Deturpación al gallego

Exordio

Aunque no será por falta de ganas, no se preocupen que no pretendemos deturpar al gallego que más manda en la actualidad (¿o quizá no?, como diría otro que tal). Y no lo haremos porque misión de hablarydecir es otra, por ejemplo señalar la falta de educación, de señorío y de respeto de la administración autonómica gallega con respecto a España, que lo quieran o no es también su patria. Única, inseparable e indisoluble, por cierto.

¿Que a qué viene esto? A que la Real Academia Galega ha elaborado una guía de apellidos existentes en Galicia que, según ellos, fueron deturpados por el español. No se contentan con eso, también comienzan con la presión para conseguir que los Herrero gallegos pasen a ser Ferreiro, que es más autóctono y, si puede ser antiespañol, mejor. Y es que calculan que el 16 % de los nombres de personas y lugares fueron traducidos al castellano.

Tampoco diremos más sobre el uso del dinero público para crear dudas y enfrentamientos que para los que los provocan, no son estériles. Por cierto ¿no lleva el Partido Popular una porrada de años gobernando hasta ahora? ¿No fue de allí de donde vino el que no se opone a nada durante más de dos días seguidos, pero se proclama jefe de la oposición? Vamos a lo nuestro…

Deturpar. Significados y etimología

En español deturpar es un verbo transitivo que significa afear, manchar, estropear, deformar.

En gallego es muy similar, significa afear y corromper.

Deturpar tiene su origen en el latín dēturpāre, que significa desfigurar o hacer feo. Este término está compuesto por el prefijo de-, que indica dirección hacia abajo o acción intensiva y la raíz turpāre, derivada de turpis, feo o vergonzoso.

Se utiliza en español, gallego y portugués con acepciones similares. En español, es un verbo formal y poco frecuente que significa afear, desfigurar o estropear, mientras que en gallego y portugués tiene un uso más extendido, incluyendo también el sentido de corromper o adulterar.

El término conserva su connotación estética y moral, ya que no solo describe una deformación física, sino también simbólica o conceptual, como la corrupción de valores o ideas.

La guía

La guía permite a los ciudadanos comprobar si sus apellidos están deturpados y obtener un informe oficial para solicitar su restitución en el Registro Civil. Sin embargo, solo un 16 % de los apellidos gallegos están afectados por este fenómeno, según datos de la propia RAG. A pesar de ello, se insiste en que estos casos suelen corresponder a apellidos muy visibles socialmente, lo que justificaría la iniciativa.

¿Es prioritario invertir recursos en corregir apellidos cuando Galicia se enfrenta a desafíos mucho más urgentes, como los laborales o económicos? ¿Acaso hablamos de magia? No, son nuestros impuestos, nuestros sí, aunque los usen para separar, enfrentar y tratar de aplastar a la historia, a la convivencia y al sentido común.

¿Por qué el término deturpación?

El uso de deturpación para describir estos cambios históricos resulta problemático porque tiene una connotación negativa que implica afeamiento o deformación. Esto hace que las formas presuntamente castellanizadas, se presentan como errores o corrupciones culturales, mostrando una irrisoria superioridad del gallego sobre el español. Además, estas formas también son parte de la historia de Galicia. Etiquetarlas como deturpadas ofende sobre todo a los gallegos que, naturalmente, sienten apego por sus apellidos tal y como han sido transmitidos por generaciones.

Deturpación ¿imposición o elección?

La RAG defiende que recuperar los apellidos genuinos es un acto de reconexión con las raíces culturales y familiares, pero ¿hasta qué punto es legítimo promover una corrección histórica cuando las personas tienen derecho a identificarse con las formas heredadas? La identidad no es estática ni exclusivamente lingüística; es también personal y emocional. Para muchos gallegos, sus apellidos castellanizados son parte integral de su historia familiar y no necesitan ser modificados para sentirse conectados con Galicia.

Por otra parte nos preguntamos ¿acaso no hay apellidos españoles que el tiempo y las costumbres han ido galleguizándolos? Claro, pero eso da igual aunque todo el mundo sabe que reconocer ambas variantes como parte del patrimonio cultural gallego podría fomentar un sentido más amplio, pluralista y real de identidad.

Deturpación. Corolario

La Guía de apelidos galegos es un proyecto con trasfondo de mayor calibre de lo que parece. En Cataluña y en las Vascongadas ya se hizo lo propio. La diferencia es que esas regiones nunca las gobernó el Partido Popular, este partido que parece un espejo del separatismo y del progrerío.

Galleguizar apellidos

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