25 de marzo, día de la Anunciación de Nuestro Señor
Acontecimientos literarios ocurridos en 25 de marzo
Nacieron:
El escritor y teólogo protestante español Lorenzo Lucena Pedrosa (1807); el poeta español José de Espronceda (1808); el escritor y poeta chileno Óscar Castro Zúñiga (1910); el poeta mexicano Jaime Sabines (1926); el escritor y jurista cubano Ángel Arango (1926); el escritor español Luis Landero (1948) y el poeta, periodista y editor español Alfredo J. Ramos Campos (1954).
Fallecieron:
El poeta español Íñigo López de Mendoza, conocido como el Marqués de Santillana (1458); el escritor y académico español Joaquín Lorenzo Villanueva (1837); el escritor costumbrista venezolano Nicanor Bolet Peraza (1906); el poeta francés, premio Nobel de Literatura en 1904, Frédéric Mistral (1914); el periodista y escritor argentino Rodolfo Walsh (1977) y el escritor y dirigente comunista español Armando López Salinas (2014).
Y hablamos de Joaquín Lorenzo Villanueva, que falleció tal día como hoy, 25 de marzo, del año 1837
Joaquín Lorenzo Villanueva, protagonista de nuestras efemérides de hoy, nació en Játiva (Valencia) en 1757 y fue una figura destacada en la vida intelectual y política española de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Proveniente de una familia vinculada a las letras y al clero, Villanueva desarrolló carrera como eclesiástico, escritor y político.
Su formación académica en la Universidad de Valencia le proporcionó una sólida base en Filosofía y Teología, disciplinas que más tarde enseñaría en la misma institución. Ocupó cargos de prestigio, como el de capellán de honor y predicador del rey Carlos IV, lo que le situó en el centro de la vida intelectual de la corte. A lo largo de su vida, Villanueva experimentó una evolución ideológica significativa, pasando de posiciones conservadoras a adoptar ideas más liberales, especialmente durante su participación en las Cortes de Cádiz.
Su trayectoria vital estuvo marcada por los vaivenes políticos de su época. Sufrió persecución y encarcelamiento tras el retorno al absolutismo de Fernando VII en 1814, y finalmente se vio obligado al exilio tras el fin del Trienio Liberal en 1823.
Su obra
Sus primeros escritos se centraron en temas religiosos, destacando el Oficio de la Semana Santa, publicado en varias ocasiones desde su primera edición, y el monumental Año cristiano de España, que comenzó a publicarse en 1781 y se completó en 1803. También escribió De la obligación de decir misa con circunspección y pausa (1788) y De la reverencia con que se debe asistir a misa y de las faltas que en esto se cometen (1791). Ese mismo año, publicó De la lección de la Sagrada Escritura en lenguas vulgares, donde defendió la traducción de la Biblia al español, una postura controvertida para la época.
En 1793 publicó el Catecismo del Estado según los principios de la Religión y en 1794, las Cartas eclesiásticas al doctor don Guillermo Díaz Luzeredi, en las que volvió a abogar por la lectura de la Biblia en español. Su participación en las Cortes de Cádiz le llevó a escribir obras políticas como El Jansenismo dedicado al filósofo Rancio (1811) y Las angélicas fuentes o el tomista en las Cortes, publicada entre 1811 y 1813. Estas obras reflejan su evolución hacia el liberalismo y su influencia en la política religiosa de las Cortes.
Durante su exilio publicó Mi despedida de la Curia romana (1823) y su autobiografía Vida literaria (1825), donde ofrece una visión personal de su trayectoria y los acontecimientos históricos que vivió. También colaboró en la revista Ocios de españoles emigrados, fundada en Londres en 1824, y publicó Hibernia Phoenicea (1831), una obra erudita sobre las conexiones entre Irlanda y los fenicios.
El poeta
Villanueva también se adentró en la poesía, publicando Poesías escogidas (1833). Su obra póstuma, Mi viaje a las Cortes (1860) complementa su visión íntima de uno de los periodos más cruciales de la historia española.
Joaquín Lorenzo Villanueva falleció en Dublín, el 25 de marzo de 1837, a los 79 años de edad.
