El amenazante ministro de X

mayo 6, 2025

Suponemos que Sánchez, el jefe de la sentina y de la bahorrina se encontró con el problema de no disponer a mano de un perro de presa manejable, y pensó en Óscar Puente, conocido por su afición a Twitter (X), sus amenazas, su gestión más que dudosa en el ayuntamiento de Valladolid y su cobardía. Pero, claro, no podía nombrarle ministro de odio y amenazas, por lo que se le ocurrió quitar a la pobre Raquel Sánchez Jiménez del ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para poner a este señor con cierta pinta de primate homínido, aunque, ciertamente, no lo es. O eso creemos.

El hombre que desgobierna el caos ferroviario

Óscar Puente llegó al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible en noviembre de 2023 con una hoja de servicios que incluía su largo mandato como alcalde de Valladolid y una carrera política dentro del PSOE. Sin embargo, desde su toma de posesión, su gestión ha sido un torbellino de polémicas, ceses y cambios que parecen no tener fin. Más que un ministro, a veces parece un domador de leones en un circo donde los trenes deciden hacer huelga por su cuenta. Su capacidad para asumir el cargo se pone en entredicho cuando el verano de 2024 se saldó con un caos ferroviario histórico, con retrasos monumentales y un sistema que parecía más un rompecabezas sin resolver que una red organizada. A pesar de ello, Puente insistió en que el tren vivía su mejor momento, una afirmación que la hemeroteca se encargó de desmentir con cruel precisión.

El amenazante ministro de X. Oclócrata

El término oclocracia, el gobierno de la multitud sin orden ni ley, podría parecer exagerado, pero la gestión de Puente en el ministerio invita a reflexionar. Su estilo directo y a veces bronco, unido a frecuentes meteduras de pata verbales y a rifirrafes en redes sociales, sugieren a un político que prefiere el enfrentamiento y la improvisación a la planificación serena y la diplomacia. Su polémica acusación de sabotaje en la red ferroviaria, sin pruebas claras, y sus enfrentamientos con usuarios en la red social X, no ayudan a construir la imagen de un líder sólido y reflexivo. Sin embargo, no se puede negar que su comunicación es clara y directa, lo que en ocasiones resulta refrescante en la política española.

El misterio de los trenes que nunca llegan a tiempo

No es solo el ministro amenazante de X, también es el de los trenes tardanos (en el mejor de los casos). ¿Por qué funcionan tan mal los trenes bajo su mandato? La respuesta no es sencilla, pero la llegada de los nuevos trenes AVRIL S-106 y las obras en la estación de Chamartín en Madrid desataron un verano de retrasos y caos. Además, el presunto robo de cable en la línea AVE Madrid-Sevilla añadió un capítulo más al desastre. Mientras tanto, Puente y su equipo se enzarzan en una sucesión interminable de ceses y nombramientos, buscando un equilibrio que parece esquivo. La pérdida de confianza en numerosos cargos de alto nivel refleja las dificultades internas y la presión constante que sufre el ministerio. La gestión de Puente parece un barco a la deriva, con cambios de tripulación que intentan tapar agujeros sin lograr enderezar el rumbo.

Todo parte de sus causas: cuando los ministerios los dirigen políticos profesionales sin conocimientos del sector e imponen sus criterios ideoilógicos, el resultado solo es el que es. Y por eso, este ministro se encargó de prácticamente eliminar las indemnizaciones por retrasos o anulaciones a los viajeros. Y es que aquí prima el interés del Estado no el bienestar de los ciudadanos, aunque esto es, claro, culpa de los propios ciudadanos.

Curiosidades y contradicciones

En la alcaldía de Valladolid, impulsó un modelo ferroviario de integración urbano que no convenció ni siquiera a su sucesor. Además, su estilo campechano y su presencia activa en redes sociales le han convertido en un personaje controvertido, capaz de encender debates con un solo tuit.

Ahora su objetivo es desvelar las identidades de ciertos tuiteros que, casualmente, no opinan lo mismo que él, y a los que amenaza sin rubor, porque, sin duda, son fachas y de extrema derecha.

¿Busca realmente el bien común?

Puente actúa sin convicción ni pasión en su responsabilidad, con un estilo marcado por la improvisación y la confrontación. Su trayectoria no refleja un compromiso real con el transporte público ni con la movilidad sostenible y la ejecución de sus políticas se ve empañada por problemas operativos y una inestabilidad interna crónica, pero él nunca es responsable, ni siquiera tangencialmente. La realidad demuestra que las dificultades y errores han pesado mucho más en la percepción pública.

En definitiva, Óscar Puente es el amenazante ministro de X, un ministro incapaz de aportar rigor en un ministerio que se ha convertido en un caos permanente.

Puente al caos

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