José María Gabriel y Galán
El amo, de José María Gabriel y Galán
En el nombre de Dios, que las abriera,
cierro las puertas del hogar paterno,
que es cerrarle a mi vida un horizonte
y a Dios cerrarle un templo.
Es preciso tener alma de roca,
sangre de hiena y corazón de acero,
para dar este adiós que en la garganta
se me detiene al bosquejarlo el pecho.
Es preciso tener labios de mártir
para acercar a ellos
la hiel del cáliz que en mi mano trémula
con turbios ojos esperando veo.
Ya está solo el hogar. Mis patriarcas
uno en pos del otro del hogar salieron.
Me los vino a buscar Cristo amoroso
con los brazos abiertos.
Sobre El amo
Incorporamos a nuestro ya extenso Poemario esta obra de un clásico de vida muy breve: José María Gabriel y Galán.
El amo es un poema que aborda la despedida del hogar paterno tras la muerte de los padres, un tema de honda resonancia universal pero profundamente enraizado en la experiencia rural de la España tradicional. El yo poético se enfrenta al acto doloroso de cerrar la casa familiar, que aquí se eleva a símbolo de un horizonte vital clausurado y de un templo profanado, reforzando la dimensión sagrada del hogar y de la memoria ancestral.
El texto transmite una orfandad absoluta: el protagonista, al quedarse solo, siente que pierde no solo a sus padres, sino también la continuidad de una estirpe y el sentido de pertenencia. La referencia a los patriarcas que han partido uno tras otro y la llegada de Cristo amoroso subrayan la visión cristiana de la muerte y el consuelo en la fe, pero sin diluir la intensidad del duelo. El poema es una elegía a la pérdida, a la soledad y a la tradición, donde el dolor se asume con resignación y dignidad.
Gabriel y Galán emplea un lenguaje sencillo, directo y emotivo, en línea con su estilo costumbrista y su apego a las formas populares. El poema está construido en versos endecasílabos y heptasílabos, con una métrica flexible que refuerza la oralidad y la naturalidad del discurso. Las metáforas y referencias bíblicas intensifican la carga emocional y dotan al texto de una dimensión trascendente.
El ritmo pausado y la repetición de estructuras crean un tono de confesión íntima y de lamento. La anáfora y la enumeración refuerzan el peso y la dificultad ante la despedida. La sencillez formal no resta profundidad al poema, sino que la acentúa, permitiendo que el sentimiento llegue al lector directamente.
Sobre Gabriel y Galán
José María Gabriel y Galán (1870-1905) nació en Frades de la Sierra (Salamanca). Maestro de profesión, Gabriel y Galán vivió entre Salamanca, Ávila y Extremadura y su experiencia en el campo marcó profundamente su poesía.
Su obra exalta los valores rurales, la religiosidad y la defensa de las tradiciones campesinas, en contraste con la modernidad urbana y el desencanto finisecular.
Su estilo es sencillo, lírico y directo, con un lenguaje que recupera el habla popular y las formas métricas tradicionales. Entre sus libros más destacados figuran Castellanas, Extremeñas, Campesinas y Nuevas Castellanas. En ellos, canta a la familia, la tierra, la fe y la dignidad del campesino, convirtiéndose en voz de la literatura regionalista española de principios del siglo XX.
Aunque su vida fue breve, su poesía tuvo un gran impacto en su tiempo. Actualmente sigue siendo leída y valorada por su autenticidad, su hondura emocional y su capacidad para dignificar la vida rural y los afectos familiares.