Mientras investigábamos para nuestro artículo sobre Juanelo Turriano en la sección Personajes y figuras, nos topamos con la fascinante existencia del célebre artificio de Juanelo. Desde ese momento, la idea de desvelar los secretos de esta singular obra de ingeniería nos cautivó y nos embarcamos en la tarea de preparar su presentación para nuestros lectores Y desde entonces, comenzamos a preparar la presentación de este singular artificio de Juanelo.
El artificio de Juanelo. ¿Qué fue?
Era una máquina hidráulica diseñada y construida en el siglo XVI por el ingeniero italiano naturalizado español Juanelo Turriano para elevar agua desde el río Tajo hasta la ciudad de Toledo, salvando un desnivel superior a 100 metros. Esta obra de ingeniería renacentista fue fundamental para abastecer de agua a Toledo y al Alcázar, que se encuentra en el punto más alto de la ciudad.
Antes de la construcción del artificio, Toledo contaba con un sistema hidráulico romano basado en acueductos y sifones que había caído en ruinas tras la Edad Media. Durante el dominio musulmán se empleó una noria gigante, pero para el siglo XVI el suministro de agua era precario y se realizaba principalmente a lomos de burros desde el río, lo que resultaba ineficiente para salvar el desnivel.
Diseño y funcionamiento
El artificio de Juanelo consistía en un conjunto de torres con mecanismos internos que elevaban el agua por tramos mediante un sistema de cucharones o cajones de madera que se movían de forma oscilante. El agua ascendía en cada torre y luego se conducía por tuberías hasta la siguiente, repitiéndose el proceso hasta alcanzar el Alcázar. La fuerza motriz provenía de la propia corriente del río Tajo, lo que hacía que la máquina funcionara de manera continua sin necesidad de energía externa.
El artificio de Juanelo. Construcción
La obra comenzó en 1564 y la primera subida de agua se logró el 23 de febrero de 1569, suministrando aproximadamente 14.100 litros diarios, superando lo pactado inicialmente. Sin embargo, la ciudad de Toledo no quiso pagar a Juanelo por el servicio, argumentando que el agua se almacenaba en el Alcázar para uso exclusivo del rey. Esto llevó a que Juanelo construyera un segundo artificio entre 1575 y 1581 para abastecer al resto de la población, aunque tampoco recibió la remuneración adecuada.
El declive
El artificio necesitaba un mantenimiento constante y comenzó a deteriorarse en el siglo XVII, tanto que acabó reemplazado por bombas hidráulicas. A pesar de su importancia tecnológica y cultural, Juanelo Turriano murió arruinado en 1585, sin haber recibido la compensación justa por su invento.
Juanelo Turriano: el inventor
Juanelo Turriano (1500-1585), nacido en Cremona (Italia) como Giovanni Torriani, fue un ingeniero y relojero destacado del Renacimiento. Trabajó para Carlos V y Felipe II en España, donde fue nombrado Maestro del Reloj de la Corte y Mayor Matemático. Además del artificio, diseñó relojes astronómicos y autómatas que causaron gran admiración en su época. Su obra la mencionaron escritores del Siglo de Oro como Cervantes, Quevedo, Góngora y Lope de Vega, que reflejaron la fama que alcanzó su invento.
En resumen, el artificio de Juanelo fue una hazaña de ingeniería hidráulica que permitió resolver un problema crucial para Toledo en el siglo XVI, elevando agua más de 100 metros con un ingenioso sistema de torres y mecanismos movidos por la fuerza del río. A pesar de su éxito técnico, la falta de apoyo económico llevó a la ruina de su creador, cuya obra sigue siendo un símbolo del ingenio renacentista y un legado histórico de la ciudad de Toledo.