El chamicuro es una lengua indígena perteneciente a la familia arawak, hablada tradicionalmente por el pueblo del mismo nombre en la región amazónica del Perú.
Aunque hoy se encuentra en estado crítico de extinción, su riqueza lingüística y cultural lo convierte en un objeto de estudio valioso para la antropología y la lingüística americana.
Chamicuro. Origen del nombre y contexto geográfico
El término chamicuro proviene del nombre autodenominado por el grupo étnico que lo hablaba, también conocido como chamekolo. Este pueblo habita en la zona de Pampa Hermosa, a orillas del río Huallaga, en la región de Loreto. Aunque el idioma fue ampliamente utilizado en generaciones pasadas, actualmente se estima que quedan menos de diez hablantes, todos de edad avanzada.
Históricamente, el chamicuro fue una lengua viva y funcional dentro de la comunidad, utilizada en rituales, narraciones orales y la vida cotidiana. Sin embargo, la aculturación y la imposición del español como lengua dominante han llevado a su progresiva desaparición. Hoy en día, ningún niño chamicuro aprende el idioma como lengua materna (ellos sabrán por qué) y su uso se limita a intercambios ocasionales entre los últimos hablantes.
Singularidades
Es una lengua aglutinante, lo que significa que forma palabras complejas mediante la combinación de morfemas. Su sistema fonológico incluye vocales con distinciones de nasalidad y consonantes glotales y alveolares, pero carece de sonidos labiovelarizados, lo cual lo distingue de otras lenguas indígenas amazónicas.
En cuanto al vocabulario, el chamicuro refleja una cosmovisión profundamente ligada a la naturaleza. Palabras como pachamama (madre tierra), karoka (árbol), soki (sol) y amima (espíritu) muestran la conexión espiritual y ecológica del pueblo con su entorno. También se han documentado términos como kachabi (fuego), nuichi (amigo) y tokari (canto ritual), que revelan aspectos culturales y sociales de la comunidad.
Curiosidades y controversias
Una curiosidad lingüística es la controversia sobre si el chamicuro y el aguano son variantes del mismo idioma. Algunos estudios, como el de Ruhlen (1987), sugieren que podrían ser mutuamente inteligibles, aunque los propios chamicuros rechazan esta idea, posiblemente por razones identitarias y culturales.
A pesar de su casi extinción, se han realizado esfuerzos de documentación, como la elaboración de diccionarios y grabaciones de audio. Estos materiales son esenciales para la preservación del idioma y podrían servir como base para futuras iniciativas de revitalización.
Chamicuro. Conclusión
Aunque su futuro es incierto, el estudio del chamicuro ofrece una ventana al pasado y una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de proteger las lenguas indígenas como patrimonio intangible de la humanidad.




