Exordio
Uno de los ensayos más relevantes de Ramón Gómez de la Serna es, sin duda, el Elucidario de Madrid, como vimos en el artículo sobre su microrrelato El desterrado, que les recomendamos que lean si no lo han hecho ya.
La pregunta surgió rápida: si tengo en mi poder esa obra ¿qué me encuentro?, ¿qué es un elucidario? Lo vemos inmediatamente.
Elucidario. Etimología y significado
La palabra elucidario proviene del bajo latín elucidarium, que a su vez deriva del verbo latino elucidare, que significa esclarecer o dar luz. En español, un elucidario es un libro o escrito que tiene como objetivo principal aclarar conceptos, explicar temas complejos o desentrañar cuestiones difíciles de entender para el lector.
Y es precisamente esa la definición que nos ofrece, lacónicamente, el diccionario oficial: Libro que esclarece o explica cosas oscuras o difíciles de entender.
Los elucidarios son (casi es mejor decir eran) herramientas para desentrañar temas que podrían resultar confusos para el lector, ofreciendo una guía clara y accesible para comprenderlos mejor. Estos libros abarcan (o abarcaban) una amplia gama de temas, desde aspectos científicos y técnicos hasta cuestiones filosóficas o históricas.
Así, un elucidario sobre física cuántica consigue simplificar conceptos y hacerlos accesibles para estudiantes y aficionados a la ciencia. De igual manera, un elucidario de historia medieval debe explicar clara y concisamente los acontecimientos más complejos ocurridos en esa época.
Caracteres del elucidario
Diversidad temática. No se ciñen a un solo campo del conocimiento. Pueden encontrarse elucidarios dedicados a la ciencia, la filosofía, la historia, la literatura, a los deportes, al cine, etcétera.
Herramientas educativas. En el ámbito educativo, los elucidarios eran frecuentemente recomendados por profesores para ayudar a los estudiantes a comprender mejor los conceptos difíciles de sus materias.
Analogías y ejemplos. Una de las características distintivas de los elucidarios es el uso de analogías y ejemplos detallados para desmenuzar cada tema en sus componentes más básicos. Sin ellas, no hay elucidario.
En la literatura
En la literatura, los elucidarios han sido utilizados como recursos para enriquecer la comprensión de textos complejos. Así, en la Edad Media, eran comunes en los monasterios y universidades, donde se utilizaban para explicar textos religiosos y filosóficos.
Un ejemplo notable es el Elucidarium (1110 aproximadamente) de Honorio de Autun, un teólogo y filósofo del siglo XII. Este elucidario fue ampliamente utilizado en la enseñanza de la teología y la filosofía durante la Edad Media.
El otro ejemplo es el ya citado Elucidario de Madrid. Este libro es una obra única que mezcla la explicación de conceptos con el estilo característico de Gómez de la Serna, lleno de humor y metáforas. Publicado en 1988, el Elucidario de Madrid (1931) es un ejemplo moderno de cómo se puede utilizar un elucidario para desentrañar y, sobre todo, explicar temas complejos de una manera accesible y entretenida.
Elucidario. Desuso
Razones del desuso de este término:
Evolución del lenguaje. El lenguaje está en constante evolución y algunas palabras caen en el olvido a medida que van surgiendo nuevas formas de expresar conceptos similares.
Especialización de términos. En la actualidad, se utilizan términos más específicos para describir libros o escritos que explican conceptos complejos, como manual, guía o compendio.
Cambio en las necesidades educativas. La forma en que se transmite el conocimiento no es invariable, ha cambiado con el tiempo. Hoy se utilizan recursos digitales y multimedia, lo que ha llevado a una disminución en el uso de herramientas tradicionales como el elucidario.