Enrique Anderson Imbert
Espiral. Texto íntegro
Regresé a casa en la madrugada, cayéndome de sueño. Al entrar, todo oscuro. Para no despertar a nadie avancé de puntillas y llegué a la escalera de caracol que conducía a mi cuarto. Apenas puse el pie en el primer escalón dudé de si esa era mi casa o una casa idéntica a la mía. Y mientras subía temí que otro muchacho, igual a mí, estuviera durmiendo en mi cuarto y acaso soñándome en el acto mismo de subir por la escalera de caracol. Di la última vuelta, abrí la puerta y allí estaba él, o yo, todo iluminado de luna, sentado en la cama, con los ojos bien abiertos. Nos quedamos un instante mirándonos de hito en hito. Nos sonreímos. Sentí que la sonrisa de él era la que también me pesaba en la boca: como en un espejo, uno de los dos era falaz. ¿Quién sueña con quién?, exclamó uno de nosotros, o quizá ambos simultáneamente. En ese momento oímos ruidos de pasos en la escalera de caracol: de un salto nos metimos uno en otro y así fundidos nos pusimos a soñar al que venía subiendo, que era yo otra vez.
Sobre Espiral
Microrrelato contenido en El gato de Chesire (1965) y seleccionado por hablarydecir.
Juega Anderson aquí con la percepción tanto de la realidad como de la identidad. El protagonista, al regresar a casa en la madrugada, se encuentra en una situación surrealista: al subir la escalera de caracol hacia su cuarto, se encuentra con otro él. Este encuentro desencadena una serie de reflexiones sobre la identidad y la realidad.
El uso de la escalera de caracol es simbólico, representando, además, la espiral que da nombre al relato. La espiral puede interpretarse como un bucle infinito, una realidad que se repite una y otra vez, atrapando al protagonista. Este bucle se manifiesta en la aparición de otro yo, creando un espejo que refleja al protagonista.
La pregunta ¿Quién sueña con quién? que surge en el relato, añade otra capa de complejidad a la historia. Esta pregunta cuestiona la realidad de la situación y la identidad del protagonista, dejando al lector en un estado de incertidumbre.
En resumen desafía las percepciones de la realidad y la identidad utilizando una narrativa surrealista y simbólica para explorar estos temas.
Como siempre damos a entender en esta sección, en la literatura y más, en los cuentos breves o microrrelatos, lo más importante siempre es la imaginación del lector y su propia interpretación.
Sobre Enrique Anderson Imbert
Enrique Anderson Imbert (1910-2000) fue un escritor, crítico literario y profesor universitario argentino. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. En 1947, se trasladó a los Estados Unidos y enseñó en las Universidades de Míchigan y Harvard. Anderson Imbert es conocido por sus microrrelatos, en los que mezcla la fantasía y el realismo mágico.
Cultivó además la novela y el ensayo.
Su obra
De entre su amplísima producción destacamos:
- En novela: Vigilia (1934), Fuga (1953), Evocación de sombras en la ciudad geométrica (1989), Amorío (y un retrato de dos genios) (1997), La buena forma de un crimen (1998) e Historia de una Rosa y Génesis de una luna (1999).
- Cuentos o microrrelatos: El mentir de las estrellas (1940), Las pruebas del caos (1946), El grimorio (1961) y El gato de Cheshire (1965).
- Ensayos: Historia de la Literatura Hispanoamericana (1955) y El Realismo Mágico y Otros Ensayos (1979).