Estar en las nubes

agosto 16, 2024

Exordio

Voy a hacer una declaración responsable (eso que vale para todo y, a la vez, no vale para nada): me encanta estar en las nubes. Y ustedes se preguntarán ¿a mí que me importa lo que le encante a este sujeto? Pues tienen razón, nada, pero no me digan que no es fascinante alejarse de la realidad: no hay maduros, no hay señores de Sánchez, no hay ola de calor, no hay viruela del mono y tampoco hay inmigración masiva ni pobreza ni dolor.

Pero claro, luego pondré un telediario y me caeré por el barranco hasta la realidad.

Estar en las nubes. Origen y significado

La expresión estar en las nubes se remonta a tiempos antiguos, cuando las nubes eran vistas como un símbolo de lejanía y desconexión de la realidad terrestre. Al estar en el cielo, representan algo distante y elevado. Cuando una persona está distraída o absorta en sus pensamientos, se dice que está en las nubes, que su mente está lejos de la realidad inmediata.

El diccionario oficial de la RAE señala que es una locución verbal que significa Ser despistado, soñador, no apercibirse de la realidad. A nuestro entender, no es solo ser sino también, estar.

Estar en las nubes. Evolución

En muchas culturas antiguas, las nubes eran consideradas el hogar de los dioses y seres celestiales, por lo que estar en ellas implicaba estar en un estado de ensueño o fantasía, similar a un lugar divino o espiritual.

Ahora las cosas son diferentes porque estamos acostumbrados a ir y venir constantemente de las nubes, lo que pasa es que hemos de hacerlo derrochando dióxido de carbono y envenenando al planeta a la vez. Además, sin ningún rubor, dejando una huella de carbono letal, según nos cuentan los expertos televisivos, claro.

Usos

Aunque originalmente se utilizaba para describir la distracción, la expresión también ha sido adaptada para describir estados de felicidad, creatividad o imaginación. Por ejemplo, un artista que está profundamente inmerso en su trabajo creativo puede ser descrito como alguien que está en las nubes.

Soñar despiertos es otra de las variaciones. Por ejemplo, en la poesía romántica, los poetas a menudo describían a los amantes como si estuvieran en las nubes debido a su estado de ensueño y felicidad.

En la vida cotidiana, estar en las nubes se utiliza para describir a alguien que está distraído o absorto en sus pensamientos. Por ejemplo, si alguien olvida una cita importante porque estaba pensando en otra cosa, se puede decir que estaba en las nubes.

En el ámbito educativo, los profesores pueden utilizar esta expresión para describir a estudiantes que no están prestando atención en clase. Por ejemplo, Juan, deja de estar en las nubes y concéntrate en la lección.

Aunque la expresión es común en español, existen equivalentes en otros idiomas. En inglés, por ejemplo, se dice to have one’s head in the clouds, que tiene un significado similar.

Interpretaciones positivas y negativas. La expresión puede tener connotaciones tanto positivas como negativas. Negativamente, puede implicar falta de atención o irresponsabilidad. Positivamente, puede sugerir creatividad, imaginación o felicidad. Por ejemplo, un niño que está en las nubes mientras juega puede estar disfrutando de su imaginación.

Y sí, ya toca bajar de las nubes: Sánchez y sus tribunales, el cambio climático y la viruela del mono nos esperan, aunque como España va como un cohete… Por las nubes, claro.

En las nubes

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