Procede de filibustero (corsario, pirata), por cruce con salteador.
Es una germanía (jerga o manera de hablar de ladrones y rufianes y compuesta de voces del idioma español con significación distinta de la verdadera, y de otros muchos vocablos de orígenes diversos).
¿Qué significa? Muy sencillo, ladrón diligente.
Es decir, que los que soportamos en la actualidad no son farabusteadores porque roban lento, tarde, mal y sin cesar.