La ortografía administrativa también está en fuga
La falta de respeto de la administración pública española -la local, la autonómica o la nacional- no radica solo en los tiempos de espera para concertar cita y para que en su día te toque el turno. Tampoco es solo propia de algunos funcionarios con ínfulas de marqueses del siglo XIX a los que la gente les importa un pito carroñero.
Y esas faltas de respeto existen, claro que sí, porque poco a poco se han ido cambiando los valores y ahora somos los ciudadanos los que, con la eficaz colaboración de la banda criminal del PSOE y de los sumisos peperos, estamos al servicio de que los funcionarios tengan un feliz y tranquilo día.
Lo anterior es, por supuesto, comprobable. Y empieza con el trámite de pedir cita previa. ¡Horror! Después, va todo en consonancia con la inutilidad o la desidia, como la que muestra la imagen que es causa de este artículo. Aclaramos que esta fotografía se ha hecho hoy sobre las 11:30 en unas oficinas de atención al público del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, según la terminología actual. Sí, el de la ministra del sí pero no.
Y otra aclaración para desvelar la segunda falsedad de la fotografía: la he hecho con teléfono móvil y en presencia de uno de los vigilantes de seguridad que, obviamente, me ha visto y no ha dicho ni pío…
¿Por qué «fotografíar»?
¿Fotografíar? Este error probablemente se debe a una confusión por analogía con fotografía, que sí lleva tilde por la formación de un hiato entre la i acentuada y la a final. Al formar el verbo fotografiar, algunas personas tienden a mantener la tilde por asociación visual. Este tipo de error es común cuando se extrapolan reglas de una palabra a otra sin considerar su acentuación real.
Son la desidia, la ignorancia, la falta de respeto, la dejadez, la maldad, la estolidez…