Texto íntegro de Hablaba y hablaba…, de Max Aub
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.
Sobre Hablaba y hablaba…
Presentamos e incorporamos a nuestros Microrrelatos este breve texto, perteneciente a la colección Crímenes ejemplares (1957), es un ejemplo magistral del microrrelato y del estilo característico de Max Aub, que condensa un acto extremo de violencia y su justificación. En apenas unas líneas, el autor construye una narración intensa que explora la paciencia humana y las consecuencias de la irritación cotidiana.
En apenas unas frases, Aub construye una situación límite, un personaje atormentado y un desenlace. La repetición del verbo hablar en el título y en el relato refuerza la sensación de monotonía insoportable que lleva al narrador al borde del colapso. El tono confesional, casi trivial, contrasta con la gravedad del acto, lo que genera una tensión entre lo cómico y lo trágico.
Metafóricamente, el relato puede interpretarse como una crítica a las relaciones humanas superficiales o al peso asfixiante de la comunicación vacía. Además, manifiesta la capacidad del autor para abordar las zonas oscuras del comportamiento humano con un estilo directo e irónico.
Sobre Max Aub
Max Aub Mohrenwitz (París, 2 de junio de 1903) fue un escritor español de origen francés y alemán, cuya vida estuvo marcada por el exilio y el compromiso político errado. Hijo de padre alemán judío y madre francesa, se trasladó con su familia a Valencia en 1914 debido al estallido de la I Guerra Mundial. Allí adoptó la lengua española como su principal herramienta creativa.
Aub fue un autor polifacético que cultivó diversos géneros literarios: narrativa, teatro, poesía y ensayo. Su obra abarca desde las vanguardias literarias hasta el realismo crítico. Durante la Guerra Civil Española apoyó activamente a la República y colaboró con André Malraux en la película Sierra de Teruel. Tras la derrota republicana, sufrió el exilio: fue recluido en campos de concentración en Francia y Argelia antes de establecerse definitivamente en México.
En México desarrolló gran parte de su carrera literaria y se convirtió en una figura central del exilio español. Obras como El laberinto mágico, una serie monumental sobre la Guerra Civil Española o Crímenes ejemplares, donde despliega su humor negro e ingenio narrativo, lo consolidaron como uno de los grandes escritores del siglo XX.
Aub es recordado por su capacidad para combinar reflexión política, experimentación formal e ironía mordaz. Su vida estuvo marcada por el desarraigo y el cosmopolitismo, pero también por una profunda conexión con España y su historia. Como él mismo expresó: Se es de donde se hace el bachillerato, frase que refleja su identidad compleja y múltiple. Y frase que hoy, desde luego, no es válida en España ni en el resto de Europa: los invasores son de donde vienen y el bachillerato se ha convertido en algo insustancial, testimonial.
Aunque durante mucho tiempo fue olvidado en España debido a su condición de exiliado, hoy es reconocido como una figura clave de la literatura española contemporánea.
Max Aub falleció en Ciudad de México, el 22 de julio de 1972, a los 69 años de edad.
