Acogemos en Dichos y refranes a la locución coloquial hacerse el sueco, una de las más populares del español. Significa fingir que no se entiende algo para evitar una responsabilidad o compromiso. Aunque la frase parece aludir a los habitantes de Suecia, su origen es mucho más complejo y nada tiene que ver con el país escandinavo.
Hacerse el sueco. Etimología
Hay dos teorías principales sobre su procedencia. La más aceptada por los especialistas sostiene que sueco no hace referencia al gentilicio, sino que deriva del latín soccus, un tipo de calzado de suela de madera que usaban los actores cómicos en la antigua Roma. Con el tiempo, soccus dio lugar en español a zueco, y de ahí a zoquete, palabra que se aplica a personas torpes o lentas de entendimiento. Así, hacerse el sueco equivaldría a hacerse el torpe o el que no se entera de lo que sucede a su alrededor.
Otra teoría apunta a los marineros suecos que atracaban en puertos españoles y fingían no entender el idioma para evitar problemas o tareas incómodas. Esta pintoresca explicación parece más un intento de dar sentido al dicho una vez que su origen etimológico se había perdido.
Significado
Se utiliza para describir a quien, de forma intencionada, se muestra despistado o desentendido ante una situación que le resulta incómoda o comprometedora. La persona que se hace el sueco no es necesariamente torpe, sino que actúa como si no comprendiera lo que ocurre, generalmente para eludir una responsabilidad, una pregunta incómoda o una tarea que prefiere evitar.
El uso de la expresión suele estar motivado por el deseo de evitar enfrentamientos, responsabilidades o simplemente por pereza. Es una forma de escurrir el bulto, de pasar desapercibido o de fingir ignorancia ante algo evidente.
Usos
Es una expresión muy común en España, donde se emplea tanto en todas las situaciones. Así, si alguien no quiere responder a una pregunta comprometida o no colabora en una tarea, se dice que se está haciendo el sueco.
En Hispanoamérica, la expresión se comprende, pero su uso es menos frecuente y puede variar según el país. Se prefiere emplear frases equivalentes como hacerse el loco, hacerse el tonto o hacerse el desentendido, que comparten el mismo significado y función comunicativa.
Hacerse el sueco. Curiosidades
El carácter aparentemente ofensivo de la expresión ha generado polémica, especialmente entre ciudadanos suecos residentes en España y, más recientemente, desde la propia embajada de Suecia en Madrid. En 2025, el embajador sueco lanzó una campaña para resignificar la frase y propuso que hacerse el sueco pase a asociarse a comportamientos positivos, como el cuidado del medioambiente, en línea con la imagen moderna de Suecia como país comprometido con la sostenibilidad.
Lo anterior no es cierto: solo un chascarrillo pero que, en la situación grotesca e irreal en la que vivimos tampoco nos extrañaría lo más mínimo.
La expresión sigue usándose con su sentido tradicional y no hay indicios de que vaya a desaparecer del habla coloquial española.