Tras La Misa tradicional y Novus Ordo y Tradición iniciamos el tercer capítulo de nuestra serie sobre la misa tradicional católica.
Influencia protestante en la liturgia católica
La reforma litúrgica postconciliar fue, y es, objeto de críticas por la introducción de elementos inspirados en la sensibilidad protestante. La centralidad de la asamblea, la reducción del sentido sacrificial de la misa, la simplificación de los ritos y la tendencia a enfatizar la comida fraterna sobre el sacrificio redentor han acercado la liturgia católica a modelos luteranos y calvinistas, donde la Eucaristía es vista más como una conmemoración que como un sacrificio real y propiciatorio.
La eliminación de signos de adoración eucarística, la comunión en la mano, la desaparición del latín y del canto gregoriano y la introducción de músicas y gestos ajenos a la tradición católica han provocado una crisis de identidad en muchos fieles, que perciben una ruptura con la herencia recibida. Esta tendencia se señala como una de las causas del debilitamiento de la fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía y de la pérdida del sentido del misterio y la trascendencia.
La masonería y su influencia
La masonería se condenó reiteradamente por la Iglesia como incompatible con la fe católica, debido a su relativismo religioso, su naturalismo filosófico y su hostilidad hacia la autoridad eclesial. Desde el siglo XVIII, los papas han advertido sobre los peligros de la infiltración masónica en la sociedad y en la Iglesia, señalando su papel en la difusión del secularismo, el racionalismo y el relativismo moral.
Algunos autores y estudiosos han denunciado la presencia de ideas masónicas en ciertos sectores eclesiales, especialmente en la promoción de un humanismo sin Dios, en la tendencia a diluir la doctrina revelada y en la erosión de la autoridad del Magisterio. La reforma litúrgica, en la medida en que favoreció una visión horizontalista y comunitaria de la misa, se ve como un triunfo de la mentalidad masónica sobre la visión tradicional, vertical y teocéntrica de la liturgia católica.
Defensa de la Tradición
Frente a estas tendencias, la defensa de la Misa tradicional y de la liturgia heredada de los Apóstoles es un acto de fidelidad a la Iglesia y de amor a Dios. La liturgia no es una creación humana ni un campo de experimentación, sino el tesoro más precioso de la Iglesia, donde se expresa y se transmite la fe en su integridad. Custodiar la tradición litúrgica es, por tanto, custodiar la fe misma y asegurar la continuidad de la Iglesia a través de los siglos.
La Misa Tridentina, con su riqueza teológica, espiritual y ritual, sigue siendo una fuente de renovación para la Iglesia y un baluarte frente a las influencias externas que amenazan su identidad. Su resurgimiento en el siglo XXI es signo de esperanza y de la vitalidad de la Tradición en el corazón del pueblo católico.