Elvira Lozano
La ciudad de las palabras, de Elvira Lozano
Creo que mi única forma satisfactoria de amar
es a través de las palabras.
O quizá, amar a las palabras,
hacer el amor a las palabras.
La mejor amante entre todas es la palabra
mullida donde recostar las heridas,
donde calmar el frío de los huesos.
La única que no traiciona.
La traicionada.
En la hora más ciega aparecen de súbito,
como la respuesta insospechada a una plegaria muda.
Son dulces y saladas, saben a promesas nunca prometidas.
Por eso nunca ofrecen:
son ellas las que se ofrecen.
Maltratadas, mancilladas, su cuerpo elástico
recupera al instante su forma primitiva y eterna,
cantando la canción de las cicatrices olvidadas.
Solo ellas me rescatan.
Las palabras.
Sobre La ciudad de las palabras
La obra que hoy presentamos en el Poemario es una meditación sobre el poder y la intimidad de las palabras, abordadas no solo como medio de comunicación, sino como auténtica materia de afecto y salvación personal. La voz poética confiesa que su única forma satisfactoria de amar es a través de las palabras, o incluso amando a las propias palabras, en una fusión sensual y espiritual que trasciende la experiencia amorosa convencional.
El texto despliega una serie de imágenes contundentes: la palabra como amante mullida, como refugio para las heridas y el frío, como única lealtad en un mundo de traiciones. Esta personificación del lenguaje lo convierte en protagonista absoluto, capaz de ofrecer consuelo donde los vínculos humanos fallan. El poema también subraya la paradoja de la palabra: es la única que no traiciona, pero a la vez la más traicionada, reflejando la fragilidad y la fortaleza del lenguaje en manos de quienes lo usan y lo maltratan.
La composición, de tono confesional y ritmo pausado, culmina en una afirmación rotunda: Solo ellas me rescatan. Las palabras. Así, el poema se convierte en un canto a la palabra como último refugio, amante fiel y salvadora, reivindicando la poesía como espacio de redención y resistencia.
Sobre Elvira Lozano
Elvira Lozano (Zaragoza, 1975) es una poeta, periodista y librera aragonesa con una trayectoria marcada por la sensibilidad y la exploración de la palabra. Ha publicado los poemarios Toay (2009) y Todo estalla dicho (2016), obra que recoge una amplia variedad de registros emocionales y texturas poéticas y que ha sido elogiada por su capacidad para verter palabras en lugar de lágrimas. Su poesía se caracteriza por una búsqueda de identidad, la memoria, la introspección y la reivindicación de la voz propia, con recursos como la aliteración y la repetición que otorgan frescura y espontaneidad a sus versos.
Su obra aparece en antologías como Yin. Poetas aragonesas 1960-2010, Ultravioleta. Poesía ilustrada y Parnaso 2.0.
Elvira Lozano se define como escritora intermitente y su poesía se mueve entre la dulzura, la precisión y una lúcida reflexión sobre el lenguaje, la memoria y el lugar de la mujer en el mundo.