Con las tres entregas anteriores hemos concluido ya el comentario de los preliminares que explican, al menos en parte, la creación de la División Azul.
La invasión de la URSS
El 22 de junio de 1941, Alemania y sus aliados invadieron la URSS en la Operación Barbarroja, movilizando a más de tres millones de soldados alemanes, así como a fuerzas finlandesas y rumanas, en un frente de 2.400 kilómetros desde el Ártico hasta el Mar Negro. El objetivo era conquistar Leningrado en el norte, Moscú en el centro y Rostov en el sur. Ribbentrop justificó la ofensiva ante el embajador ruso como una respuesta a la concentración de tropas soviéticas en la frontera, que representaba una amenaza para el Reich y otros países como Finlandia, Rumanía, Bulgaria y Turquía.
Simultáneamente, Italia, Croacia, Bulgaria y Eslovaquia declararon la guerra a la URSS, mientras que Churchill y Estados Unidos ofrecieron su apoyo a los soviéticos. España y Hungría insinuaron su posible entrada en el conflicto, mientras Turquía se mantuvo neutral y Japón y Suecia analizaron la situación.
El nacimiento de la División Azul (IV)
El origen de la División Azul no está del todo claro, pero se sabe que la idea de crear una unidad de voluntarios falangistas para combatir en la URSS surgió en el entorno de Serrano Súñer y Dionisio Ridruejo antes incluso de la invasión. Serrano Súñer fue quien llevó a cabo las gestiones políticas y diplomáticas necesarias para materializar la propuesta.
El mismo 22 de junio, el embajador alemán Stohrer informó a Súñer del inicio de la operación y este comunicó inmediatamente la noticia a Franco, proponiendo que España no permaneciera ajena al conflicto y que la Falange enviara voluntarios como reconocimiento a Alemania por su ayuda durante la Guerra Civil. Franco no se opuso y la noticia se hizo pública rápidamente, marcando el nacimiento de la División Azul.