Quizá ya lo sabía, pero Jerez de la Frontera recibió este nombre por su ubicación histórica, no por su situación actual. El apelativo de la Frontera se le añadió tras la reconquista de la ciudad por los castellanos en 1264, reflejando su posición estratégica en la frontera con el Reino de Granada.
- Los fenicios conocieron al asentamiento como Xera, los griegos como Shiraz y los romanos como Ceret.
- Pasó por transformaciones, como Seritium (visigodo), Sherish (árabe) y Xerez (castellano medieval), antes de llegar a su forma actual.
- Formó parte de la Banda Morisca, una franja fronteriza entre los reinos cristianos y el nazarí de Granada durante los siglos XIII-XV.
- Jugó un papel crucial en la defensa de la frontera.
- Alfonso X el Sabio incorporó Jerez a la corona de Castilla en 1264, expulsando a la población musulmana.
- Entre 1264 y 1340, Jerez enfrentó un período difícil de ataques, asedios y luchas por el poder.
- La victoria de Alfonso XI en la batalla del Salado sobre los benimerines en 1340 amplió el territorio jerezano dando mayor seguridad a la zona.
- La estabilidad tras 1340 sentó las bases para el florecimiento económico, político, social y cultural de Jerez durante el siglo XV.
- Aunque perdió su condición fronteriza tras la conquista de Granada, mantuvo el apelativo como parte de su identidad histórica.
- La posición fronteriza la convirtió en punto de encuentro y fusión de culturas, dejando huella duradera en su patrimonio.
- El territorio jerezano fue una importante zona agrícola en época romana, conocida como Ager Ceretanus, nombre que se refleja hoy en el barrio Ceret Alto.
- Se encontraron monedas turdetanas con la leyenda CERIT o CERTI y la imagen de la diosa Ceres, vinculando la región con la agricultura desde tiempos antiguos.