La denominación Jornada de Túnez se asocia a dos campañas clave del siglo XVI: la conquista de 1535 por Carlos V y el fallido intento de mantener el dominio español en 1574. Aunque el término jornada (campaña militar) se aplica a ambos episodios, en ¿Qué fue? analizaremos ahora la conquista de Túnez en 1535, y, posteriormente, la derrota de 1574.
La Jornada de Túnez (1535)
Nos referimos a la expedición militar organizada y liderada por el emperador Carlos V en 1535 para recuperar la ciudad de Túnez, que había caído en manos del corsario otomano Jeireddín Barbarroja el año anterior. Este episodio es uno de los más destacados del siglo XVI en el enfrentamiento entre la Monarquía Hispánica y el Imperio Otomano por el control del Mediterráneo occidental.
Contexto y causas
En 1534, Barbarroja, almirante de la flota otomana y a las órdenes de Solimán el Magnífico, tomó Túnez y destronó al bey Muley Hasan, aliado de los españoles. La ciudad se convirtió así en una base estratégica para la piratería y las incursiones otomanas en el Mediterráneo, amenazando especialmente a las costas de España e Italia. Ante esta amenaza, Carlos V decidió organizar una gran expedición militar para expulsar a los otomanos y restaurar a Muley Hasan en el trono bajo vasallaje imperial.
Jornada de Túnez. Desarrollo
- La expedición partió de España con una fuerza multinacional de unos 35.000 a 54.000 hombres, incluyendo españoles, alemanes, italianos y refuerzos de Portugal, el Papado, la Orden de San Juan y Génova.
- La operación comenzó con el asedio y toma de la fortaleza de La Goleta, llave de acceso a la ciudad de Túnez.
- Tras superar la resistencia otomana y las duras condiciones climáticas, el ejército imperial avanzó hacia Túnez, donde se produjo la batalla decisiva en las afueras de la ciudad.
- Un factor clave fue la sublevación de miles de cautivos cristianos dentro de la ciudad, que aprovecharon la salida de los defensores musulmanes para alzarse y atacar por la retaguardia, facilitando la victoria de Carlos V.
Consecuencias
- El 21 de julio de 1535, Carlos V entró en Túnez, liberando a más de 20.000 cautivos cristianos y permitiendo el saqueo de la ciudad por sus tropas durante tres días.
- El bey Muley Hasan fue restituido en el trono como vasallo del emperador y se estableció un presidio imperial en La Goleta para asegurar el control de la zona.
- Aunque la propaganda imperial presentó la Jornada de Túnez como un gran triunfo de la cristiandad sobre el Islam, su impacto estratégico fue limitado: Barbarroja escapó a Argel y, poco después, reorganizó la flota otomana, manteniendo la amenaza sobre el Mediterráneo.
En definitiva, la Jornada de Túnez fue una expedición militar de gran envergadura liderada por Carlos V en 1535 para arrebatar la ciudad de Túnez a Barbarroja y frenar la expansión otomana en el Mediterráneo occidental. Supuso una importante victoria militar y propagandística para el emperador, aunque no logró eliminar de forma definitiva la amenaza otomana en la región.