La expresión una noche toledana se utiliza en español para referirse a una noche de insomnio, agitación o desvelo provocado por molestias, ruidos o situaciones angustiosas. Sin embargo, detrás de esta frase coloquial se esconde una historia llena de versiones encontradas, desde anécdotas curiosas hasta episodios sangrientos. Contamos esa historia en una nueva entrada de la Poliantea de hablarydecir.
Noche toledana. Etimología y significado
Toledana es, por supuesto, el gentilicio femenino de Toledo, ciudad española con pasado multicultural (romano, visigodo, musulmán y cristiano) que ha dejado una profunda huella en el idioma. La locución aparece documentada desde el siglo XVII, pero su origen exacto sigue siendo discutido.
En el diccionario de la RAE, se define como: noche que se pasa sin poder conciliar el sueño.
Origen de la expresión
- La matanza del foso (siglo VIII). La explicación más extendida —y la más dramática— se remonta al año 797 d.C., durante el dominio musulmán de Toledo. Según las crónicas, el gobernador Amrus ibn Yusuf organizó un banquete para los nobles toledanos (entre 400 y 700, según las fuentes) como venganza por la muerte de su hijo. Durante la cena, los invitados fueron decapitados y sus cabezas arrojadas a un foso. Este episodio, conocido como La jornada del foso, dio pie a la asociación de Toledo con noches de terror e insomnio forzado.
- La superstición de San Juan. Otra teoría, recogida por el lexicógrafo Gonzalo Correas en 1627, vincula la expresión a una tradición toledana: las mozas solteras velaban la noche de San Juan escuchando la primera palabra pronunciada en la calle después de medianoche, creyendo que revelaría el nombre de su futuro esposo. La ansiedad de estas jóvenes habría popularizado la idea de una noche sin dormir.
- Los mosquitos de Covarrubias. El erudito Sebastián de Covarrubias (1611) atribuyó el origen a algo más prosaico: los forasteros en Toledo no dormían por los mosquitos, mientras los locales sí lo hacían, prevenidos con remedios. Esta versión, aunque menos dramática, refleja el carácter práctico del castellano para describir incomodidades cotidianas.
- La broma a Carlos V. Una anécdota menos conocida sitúa el origen en el siglo XVI, cuando nobles toledanos soltaron animales en la ciudad para molestar al emperador Carlos V durante su estancia. El jaleo habría provocado su famoso comentario: ¡Vaya noche toledana!.
Noche toledana. Curiosidades
La expresión ha permeado tanto la cultura clásica como la contemporánea: desde la literatura —con autores como Bécquer o Moratín, que la emplearon para retratar noches de inquietud— hasta el cine y el teatro, donde sigue evocando ese mismo desasosiego.
En Toledo, algunos guías turísticos narran la leyenda del foso como un episodio real, aunque los detalles varían según la fuente.
La expresión se ha extendido a otros idiomas, como el portugués (noite toledana), siempre con el mismo significado. En definitiva, sea por mosquitos, amores supersticiosos o venganzas sangrientas, la frase sigue viva en el español, recordándonos que algunas noches son más largas que otras.