Retrete: historia de un eufemismo

Probablemente, para las novísimas generaciones de hispanohablantes, este vocablo sea totalmente desconocido. Esta misma mañana, una jovencita española que está a cargo de un bar en Zaragoza, me ha puesto una cara de circunstancias cuando le he preguntado que dónde estaba el retrete. Solo lo ha entendido cuando he utilizado sinónimos vagos como servicios o baño, que, realmente, quieren decir otra cosa.

Retrete. Etimología y significado

Proviene del occitano retret, que a su vez provenía de retraído, el participio de retraer. Este término se refería originalmente no al lugar donde se hacen las necesidades, sino a un sitio apartado y solitario, dentro o fuera de una casa, adonde las personas acudían para estar en soledad, pensar o meditar.

Es, claro, la habitación destinada para realizar las necesidades fisiológicas. Según el diccionario oficial de la Real Academia Española, un retrete es, textualmente, un aposento dotado de las instalaciones necesarias para orinar y evacuar el vientre. Las otras dos acepciones son: inodoro, por un lado y cuarto pequeño en la casa o habitación, destinado para retirarse, por el otro, aunque en esta última se especifica que es un término en desuso.

Como sinónimos, cita la RAE: baño, servicio, aseo, lavabo, váter, urinario, letrina, escusado, evacuatorio, privado, común. inodoro y sanitario, siendo este último la gran apología del eufemismo.

Usos

No, no, no vamos a ponernos escatológicos: no hablaremos de para qué se usa sino cómo se usa el término, la palabra. Y es un uso que, claro, ha evolucionado con el tiempo. En la Antigua Roma, las letrinas eran públicas y eran un lugar donde se realizaba la vida social con otros ciudadanos. Sin embargo, en la Edad Media, probablemente debido a la expansión del catolicismo, el acto de hacer las necesidades fisiológicas se convirtió en algo de ámbito privado. Así, el término retrete comenzó a usarse para referirse al baño privado de los hogares.

Y ahora, como ya hemos dicho, está en plena fase de extinción definitiva, porque ¡hasta WC le ha ganado la partida!

WC frente a retrete

El término WC proviene del inglés Water Closet, que se traduce literalmente como armario de agua. En el siglo XIX, la sociedad educada evitaba usar el término baño y cualquier conversación sobre las funciones corporales asociadas a su uso. Para evitar esto, se inventó el término Water Closet para describir los retretes con cisterna, especialmente en espacios públicos.

El acrónimo es, pues, una vulgarización del término Water Closet. De hecho, nuestro uso de váter proviene de la castellanización de la palabra water en esa misma expresión.

Y tras esto, vamos a continuar con la escatología.

Retrete

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