Rimbombar, rimbombar,… ¿Han utilizado alguna vez este verbo? ¿Lo han leído? Supongo que las respuestas son no y no… Pero no vamos a rescatar al verbo sino al adjetivo, a rimbombante.
Rimbombante. Etimología
Proviene del verbo rimbombar, que a su vez es un préstamo del italiano rimbombare, cuyo significado es resonar fuerte o hacer ruido. El término italiano se forma con la unión de los prefijos latinos re- e in-, que intensifican la acción sobre el verbo bombare (hacer ruido o estrépito), derivado del latín bombus (ruido sordo, estrépito), palabra que también dio origen en español a bombo y bomba. El latín bombus procede del griego βόμβος (bombos), que significa ruido fuerte y sordo y tiene origen onomatopéyico, imitando el sonido que describe. El sufijo -ante es de origen latino y se usa para formar adjetivos de agente, indicando a quien ejecuta la acción.
Significados
En español es un adjetivo que se aplica a aquello que rimbomba, es decir, que resuena o retumba con fuerza. Por extensión, se utiliza para calificar lo ostentoso, llamativo, grandilocuente o exagerado, sobre todo en el lenguaje, la expresión y el arte. Un discurso, anuncio o estilo puede considerarse rimbombante si utiliza recursos exagerados para llamar la atención o impresionar.
Rimbombante. Usos
El término se emplea especialmente para describir discursos, frases o anuncios que buscan impresionar mediante el uso de palabras altisonantes o promesas exageradas. También se usa en el contexto artístico para referirse a obras con ornamentación excesiva, opuestas a lo minimalista. Ejemplos comunes incluyen frases como un anuncio rimbombante o una decoración rimbombante.
Rimbombante es una palabra que, por su propia sonoridad, evoca lo que significa: suena fuerte y llamativa, casi como una onomatopeya. Además, su uso suele tener una connotación crítica o irónica, señalando lo excesivo o innecesariamente pomposo. En literatura y periodismo, se emplea para advertir sobre el abuso de la grandilocuencia o el sesquipedalismo, el gusto por las palabras largas y ampulosas.
Por qué rescatarla del olvido
Rescatar rimbombante es necesario porque es una palabra precisa y expresiva para describir un fenómeno muy común en la comunicación contemporánea: el exceso de adorno, la búsqueda de impacto vacío y la grandilocuencia sin sustancia. Su etimología, rica y sonora, conecta el español con otras lenguas europeas y con la tradición onomatopéyica del griego y el latín. Además, su musicalidad y fuerza la convierten en una herramienta estilística valiosa para escritores, periodistas y oradores que deseen señalar, criticar o simplemente describir lo ostentoso y llamativo de manera exacta y elegante.