En la quietud de la noche, cada palabra del relato de terror resonaba en su mente, abriendo paso a un mundo desconocido. Conforme avanzaba en la lectura, una puerta se entreabrió, revelando un sendero hacia la felicidad, no solo para él sino también para su familia. Tras esa puerta, la luna menguante era testigo del cambio, iluminando suavemente la transición de la oscuridad al albor de una nueva vida.
Gracias por enviarnos este microrrelato, María Charo Higueras.
La combinación de elementos aparentemente opuestos, como terror y felicidad, crea una tensión interesante. ¿Qué tipo de terror podría conducir a la felicidad?
La ambigüedad de la historia nos invita a reflexionar sobre cómo interpretamos las experiencias y cómo los extremos pueden converger en formas sorprendentes.
En resumen, este microrrelato nos deja con más preguntas que respuestas, lo cual es una característica en una narración breve. La mente del lector puede vagar buscando respuestas y significados ocultos
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