Titono deseó vivir para siempre y lo consiguió. Lo que olvidó pedir fue seguir siendo joven. Su historia es una advertencia envuelta en mito.
Aspecto | Detalles principales |
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Origen | Príncipe troyano, hijo del rey Laomedonte y de la náyade Estrimo. Su linaje lo vincula a la nobleza de Troya y a los mitos fundacionales de la ciudad |
Entorno | Vivió en la corte troyana, pero fue raptado por Eos, diosa del amanecer, quien lo llevó a Etiopía. Su entorno se vuelve celestial y aislado tras el rapto |
Apariencia | De belleza deslumbrante, comparable a Ganímedes. Su atractivo físico es lo que despierta el amor de Eos |
Atributos | No posee poderes propios, pero recibe la inmortalidad por deseo de Eos. Su atributo más destacado es su belleza mortal, que lo convierte en objeto divino |
Papel | Amante de Eos. Su historia sirve como advertencia sobre los peligros de la inmortalidad sin juventud. Es un ejemplo clásico del favor mal pedido |
Personalidad | En los textos aparece como pasivo, melancólico, resignado. En versiones posteriores, se lamenta de su destino y pide morir |
Transformación | En algunas versiones, Eos lo encierra en una habitación; en otras, lo transforma en cigarra (tettix), símbolo de inmortalidad y canto eterno |
Aportaciones | Inspiró poemas de Safo, Propercio, Ovidio y Tennyson. Su mito explica el canto matutino de las cigarras y plantea dilemas sobre el tiempo y el deseo |
Significado | Representa la tragedia de la eternidad sin juventud, el error de pedir sin prever. Es símbolo de la fragilidad humana frente al poder divino |
Titono no murió, pero tampoco vivió como antes. Su canto eterno, convertido en cigarra, nos recuerda que la eternidad sin juventud es solo una forma lenta de desaparecer.