Oclócrata de manual de primero, pero más tecnócrata con déficit de carisma. Es el ministro que convierte el PIB en arte abstracto Su discurso parece escrito por un algoritmo del FMI: arrastre del 1,2 %, modernización estructural, protegeremos industrias y el clásico puesto en bandeja por el jefe de la banda: no permitiremos que nadie se quede atrás (nadie de los suyos, les falta aclarar)…
El Cuerpo ministerial
Con un máster en macroeconomía y una sonrisa de funcionario que cree en hadas, este badajoceño de gráficas inflables llegó al Ministerio para vender crecimiento como si fuera humo de chimenea. Sus brazos, siempre en posición de ¡miren este gráfico!, se mueven al ritmo de un metrónomo invisible.
Sus ojos son dos pantallas LED que proyectan ratios de deuda/PIB incluso cuando duerme. Su boca emite frases como el arrastre del 1,2 % nos salvará con la convicción de un vendedor de crecepelo. Y sus manos transforman cualquier café en una hoja de Excel; hasta los azucarillos los cuenta como inversión en capital humano.
Ministro corporal. Talentos
– Hobby. Corre maratones, pero su verdadera proeza es aguantar doce horas sin pestañear repitiendo equilibrio presupuestario e intercalando, cada tres minutos, un hago todo lo que tú digas, amado jefe con la devoción de un monje copista medieval y la fidelidad de un perro lazarillo
– Talento oculto: Hacer desaparecer 7.000 millones de euros en un error de cálculo y volverlos a materializar como superávit técnico.
Llegó al Ministerio como el elegido de Calviño, pero su mayor logro hasta ahora es hacer creer que subir el SMI es tan fácil como corregir una errata en Excel.
Perlas y curiosidades
- El ilusionista del PIB. Anunció en enero de 2025 que el crecimiento sería superior al 2,4 % y en febrero lo elevó al 2,6 %, mientras los ciudadanos buscaban el crecimiento robusto entre los descuentos del supermercado o los restos de basuras en el peor de los casos..
- El traductor de realidades. Insiste en que los buenos datos macro llegarán al día a día, aunque aún no ha explicado cómo convertir un 2,6 % de PIB en leche a 1,20 €.
- El Midas inverso. Cada vez que menciona creación de un millón de empleos, los mileuristas revisan su contrato por si han sido incluidos en la estadística por error.
Curiosidades
- El hijo pródigo de la AIReF. Antes de ser ministro, casi llega a las manos con Escrivá en la Autoridad Fiscal, aunque ahora fingen cordialidad en las fotos oficiales.
- El samurái del presupuesto. Corre maratones, pero su mayor resistencia fue aguantar 12 horas defendiendo los Presupuestos 2025 mientras la oposición le lanzaba memes en directo. Lo que no sabemos es si en esos maratones también hace trampas…
- El ministro sigiloso. No avisó ni a su madre de su nombramiento. Cuando por fin lo hizo, ella lo tomó por inocentada. Probablemente esa fue su primera mentira desde que es ministro.
- Entre 2014-2020, como director en la Autoridad Fiscal, criticó desviaciones presupuestarias que ahora debe justificar como ministro.
Este es el ministro corporal, Carlos Cuerpo: tecnocracia de salón sin escrúpulos y oclocracia en cuerpo y alma. Indigno en fondo y forma (vean la foto).