Unos la atribuyen a Ramón de Campoamor, otros a Juan Ruiz de Alarcón y otros a Fernando de Pessoa (lean bien, que Pessoa no es Psoe…).
Y es cierto que la frase a la que nos referimos tiene mucha relación con el progresismo español actual. Y en cuanto la lean, lo comprenderán:
Con tal que yo lo crea ¿qué importa que lo cierto no sea?
Así pues, sea Pessoa, Alarcón o Campoamor, el autor nos invita a reflexionar sobre la importancia de la creencia personal y la subjetividad en nuestra percepción del mundo. A veces, lo que consideramos verdadero puede diferir de los hechos objetivos, pero esa creencia puede tener un valor significativo para nosotros.
El problema es cuando se practica algo que se sabe perfectamente que no es lo cierto ni lo correcto.