Concluimos esta breve sección denominada ¿Por qué son…?, donde hemos analizado los orígenes etimológicos de todas las regiones españolas (oficialmente comunidades autónomas) y las dos plazas españolas en el norte de África: Ceuta y Melilla.
Esperamos que haya sido de su interés y anunciamos que la sección no se va a acabar aquí…
Andalucía. Etimología
El nombre Andalucía tiene un origen debatido, con varias hipótesis respaldadas por estudios históricos y filológicos. El término deriva claramente del árabe al-Ándalus, que fue el nombre dado por los musulmanes a los territorios de la península ibérica bajo su dominio desde el siglo VIII hasta finales del XV. Sin embargo, el origen de al-Ándalus es objeto de diversas teorías:
- Una de las hipótesis más sólidas y aceptadas actualmente es la llamada tesis visigótica, que sostiene que al-Ándalus proviene del término germánico Landahlauts (tierra de sorteo o tierra repartida). Cuando los visigodos ocuparon la antigua provincia romana de la Bética, repartieron sus tierras mediante sorteos, denominados en latín sortes Gothica y en germánico Landahlauts. Esta palabra, a través de la transmisión oral y la adaptación fonética, habría derivado en al-Ándalus en árabe, y posteriormente en Andalucía en español.
- Otra teoría, la tesis vándala, sostiene que al-Ándalus deriva de Vandalia o Vandalusia, en referencia a la presencia de los vándalos en la región durante el siglo V. Sin embargo, esta hipótesis ha perdido crédito científico en la actualidad, aunque fue popular en siglos pasados.
- Una tercera propuesta, la tesis atlántica, sugiere que al-Ándalus sería una corrupción del término latino Atlanticum, vinculado a la idea de la isla o tierras del Atlántico, como aparece en algunas crónicas árabes que hablan de Yazira al-Andalus (la isla de al-Ándalus).
En resumen, la etimología más aceptada y fundamentada es la que vincula Andalucía con el término visigótico Landahlauts, adaptado por los árabes como al-Ándalus y posteriormente españolizado como Andalucía. El nombre, por tanto, refleja tanto la historia de ocupación y reparto de tierras como la evolución lingüística y cultural de la región.
La bandera de Andalucía
La bandera de Andalucía, conocida popularmente como la arbonaida, fue diseñada por Blas Infante y aprobada en la Asamblea de Ronda de 1918. Está compuesta por tres franjas horizontales: verde, blanca y verde. El verde simboliza la esperanza y la unión, mientras que el blanco representa la paz y el diálogo.
Históricamente, estos colores se inspiran en los estandartes de las dinastías andalusíes, especialmente la omeya, y en la bandera que ondeaba en la Alcazaba de Almería en el siglo XI. La elección de estos colores pretende reflejar tanto la herencia islámica como los valores de pureza y esperanza del pueblo andaluz. El nombre arbonaida proviene del árabe andalusí albulaida, diminutivo de balad, que significa mi tierra o mi país.
El escudo
El escudo que figura en la bandera muestra a Hércules entre dos columnas, sujetando a dos leones. Sobre las columnas aparece un arco con la leyenda latina Dominator Hercules Fundator, y a los pies de Hércules se encuentra el lema Andalucía por sí, para España y la Humanidad. Hércules representa el mito fundacional de la región y las columnas evocan el estrecho de Gibraltar, tradicionalmente conocidas como las Columnas de Hércules. El escudo simboliza la fuerza, la historia y la vocación universal de Andalucía, integrando elementos clásicos y modernos en un emblema de identidad regional.
En conjunto, tanto el nombre como los símbolos de Andalucía reflejan una rica herencia histórica, cultural y lingüística, construida sobre la confluencia de pueblos y civilizaciones a lo largo de los siglos.