Si en el frente os encontráis a un soldado mal afeitado, sucio, con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él, es un héroe, es un español… General Jurgens, Comandante General del XXXVIII Cuerpo de Ejército español.
Pablo Arredondo, héroe
Pablo Arredondo Acuña (Baeza, 8 de enero de 1890 – Xauen, 19 de noviembre de 1924) es una de las figuras más destacadas de la historia militar española del siglo XX. Nació en el seno de una familia de tradición castrense, ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1908 y fue ascendió a segundo teniente en 1911, iniciando así una carrera marcada por la entrega, el valor y la abnegación.
Desde sus primeros destinos mostró una clara inclinación por la acción y el servicio en primera línea. En 1913, siendo teniente en el Batallón de Cazadores de Arapiles nº 9, protagonizó un acto de heroísmo durante el combate de Laucién, en la guerra del Rif: gravemente herido en la ingle, continuó liderando a su sección y participó en más ataques, logrando reunir a sus hombres y evacuar a un soldado herido bajo fuego enemigo. Por esta acción recibió su primera Cruz Laureada de San Fernando, la máxima distinción militar española al valor.
Su trayectoria
Estuvo jalonada de hechos de armas excepcionales: participó en más de 50 acciones de combate, fue herido en, al menos, diez ocasiones y obtuvo un ascenso por méritos de guerra. Tras recuperarse de sus heridas, volvió voluntariamente a Marruecos, sirviendo en los Regulares de Melilla y, desde 1920, en la Legión, unidad de élite en la que se consolidó como ejemplo de liderazgo y coraje. En la Legión, Arredondo fue el primer capitán y participó en operaciones clave, como la ocupación de Ait Gaba Salah y la retirada de Xauen, donde finalmente perdió la vida en 1924.
Arredondo es uno de los escasos militares españoles que recibieron en dos ocasiones la Cruz Laureada de San Fernando, una distinción reservada a actos de valor extraordinario y muy distinguido. También se le condecoró con la Medalla Militar Individual. Su hoja de servicios refleja no solo su destreza militar, sino también su altruismo, generosidad y la capacidad de infundir ánimo y serenidad a sus subordinados en las situaciones más adversas. Sus contemporáneos le definieron como modelo de caballeros y de soldados.
A poco más de los cien años de su muerte, la figura de Pablo Arredondo Acuña sigue siendo referente de heroísmo, entrega y espíritu de sacrificio en la historia militar de España. En hablarydecir lo reconocemos sin ambigüedades y le dedicamos un puesto de honor entre nuestros Personajes y figuras.
NOTA. La imagen que nos acompaña procede y ha sido extraída del blog de Jesús Campelo Gaínza.