¿Para qué sirve el agujero en las asas de las tazas?
El pequeño agujero que a veces se observa en las asas de las tazas de porcelana o cerámica tiene un propósito técnico fundamental relacionado con el proceso de fabricación. Durante la cocción en el horno, el asa suele ser un cuerpo hueco unido a la taza y en su interior puede quedar atrapado aire. Este aire necesita salir para evitar que la presión interna cause grietas, deformaciones o incluso la ruptura del asa o la taza.
Por eso se deja un pequeño orificio -casi imperceptible- que permite la salida del aire atrapado durante la cocción y evita defectos en la pieza final. Sin este agujero, no sería posible fabricar asas huecas y ligeras sin riesgo de daños. Aunque algunos fabricantes cierran posteriormente esta abertura con materiales especiales o una segunda cocción, en la mayoría de los casos se mantiene abierta y tan pequeña que no afecta el uso ni la estética del objeto.
El agujero también evita que se acumule humedad en el interior del asa, lo que podría afectar la durabilidad de la taza o generar problemas de higiene si el agua queda atrapada tras el lavado.
En resumen, el agujero en las asas de las tazas no es un defecto, sino una necesidad técnica para garantizar la calidad y resistencia de la porcelana o cerámica durante su fabricación.
Además, aunque no está relacionado con el agujero, el asa cumple la función práctica de permitir sujetar la taza sin quemarse y en algunos diseños curiosos puede incluir orificios decorativos o funcionales, pero el agujero pequeño en asas tradicionales es casi siempre para ventilar el aire durante la cocción.