La palabra íncipit merece ser rescatada del olvido porque nombra, con precisión y belleza, un aspecto fundamental de la literatura, la música y la tradición documental: el inicio, ese umbral donde el texto, la melodía o el mensaje comienzan a existir y a cobrar sentido. En una época donde lo inmediato parece desplazar la atención al detalle y a la historia de las palabras, recuperar íncipit es reivindicar el valor de los comienzos y de la memoria cultural.
Íncipit. Etimología
Proviene del latín incipit, tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo incipere (empezar). Textualmente significa comienza o empieza. En español, se escribe con tilde por ser esdrújula: íncipit.
Significados y usos
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Significado principal. Se refiere a las primeras palabras de un escrito, documento, libro, poema o pieza musical.
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Usos tradicionales:
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En bibliografía y archivística, identifica textos antiguos por su inicio, cuando los títulos aún no eran habituales.
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En la Biblia hebrea, los libros reciben el nombre de su íncipit (por ejemplo, Bereshit para el Génesis).
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En la liturgia cristiana, muchas oraciones y cantos se reconocen por su íncipit: Gloria in excelsis Deo, Magnificat, Salve Regina.
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En música, el íncipit designa los primeros compases de una obra, frecuentemente utilizados como referencia en catálogos y repertorios.
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En literatura, es el inicio memorable de novelas o poemas, como En un lugar de La Mancha… en El Quijote.
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Curiosidades
- El plural recomendado en español es íncipits.
- Aunque la RAE parece no saberlo, la palabra opuesta es éxcipit, que designa las últimas palabras de un texto.
- En crítica literaria es un espacio estratégico donde se condensa el sentido y se orienta la lectura del texto.
- En la Edad Media y la Antigüedad, los catálogos de tablillas o manuscritos se organizaban por íncipits, facilitando la identificación de obras sin título.
Rescatar del olvido, y, por tanto, del desuso a íncipit no solo enriquece nuestro vocabulario, sino que también nos conecta con la historia de la cultura escrita, recordándonos que cada texto, cada obra y cada idea tienen un origen que merece ser reconocido y valorado.