Texto íntegro de Fundición y forja
Microrrelato de Jairo Aníbal Niño
Todo se imaginó Supermán, menos que caería derrotado en aquella playa caliente y que su cuerpo fundido serviría después para hacer tres docenas de tornillos de acero, de regular calidad.
Sobre Fundición y forja
En Fundición y forja, Jairo Aníbal Niño propone una imagen provocadora: la caída definitiva de Supermán, no en una épica batalla, sino en una playa ardiente, donde su cuerpo se funde y se convierte en tornillos de acero de regular calidad. Esta transformación subvierte el mito del superhéroe y lo reduce a materia utilitaria, despojándolo de su invulnerabilidad.
El relato juega con el contraste entre lo extraordinario y lo ordinario. Supermán, símbolo de fuerza y perfección, termina convertido en objetos industriales comunes y ni siquiera de alta gama. Esta elección lingüística no solo desacraliza al héroe, sino que también sugiere una crítica al destino de los ídolos en una sociedad que los consume y desecha.
La ambientación —una playa caliente— introduce un elemento casi surrealista. No hay contexto, no hay causa explícita de la caída, lo que refuerza la sensación de absurdo y fatalismo. El lector se enfrenta a una escena que no necesita explicación: el mito se ha destruido y su materia prima se recicla sin ceremonia.
Niño, conocido por su sensibilidad poética y su capacidad para interpelar al lector desde lo cotidiano, aquí opta por una mirada mordaz. El relato no busca conmover, sino sacudir. En lugar de nostalgia por el héroe perdido, deja una sensación de desencanto lúcido: incluso lo más poderoso puede acabar siendo funcional, mediocre, olvidable.
Sobre Jairo Aníbal Niño
Jairo Aníbal Niño (Moniquirá, Boyacá, 1941 – Bogotá, 2010) fue un escritor colombiano que se dedicó al teatro, la narrativa breve, la poesía y la literatura infantil. Inició su camino artístico en la pintura, pero pronto se orientó hacia el teatro, donde trabajó como dramaturgo, actor y director. Participó activamente en el Teatro Libre de Bogotá y dirigió el teatro de la Universidad Nacional.
En el ámbito de la literatura infantil y juvenil, escribió obras que han sido leídas por generaciones, como Zoro (1977), De las alas caracolí (1985) y La hermana del principito (1997). Su estilo se caracteriza por una mirada sensible hacia la infancia, con un tono poético que evita el sentimentalismo fácil.
También escribió teatro con una fuerte carga crítica, como El monte calvo (1973) y Las bodas de lata (1979) en las que abordó temas sociales y políticos con ironía y crudeza. Su escritura, tanto en escena como en la página, revela una preocupación constante por la dignidad humana y la imaginación como forma de resistencia.
Trabajó en instituciones culturales y educativas y mantuvo su compromiso con la difusión de la lectura y el pensamiento creativo.
Jairo Aníbal Niño falleció en Bogotá, el 30 de agosto de 2010), a los 68 años de edad.