El español es una lengua generosa, pero también caprichosa. Una misma palabra puede significar éxito académico en Buenos Aires y sumisión militar en Madrid. Rendir es uno de esos verbos que, según el acento, cambia de traje y de intención.
Este análisis comparativo no busca dictar normas, sino mostrar cómo el idioma se adapta al terreno… y a la idiosincrasia.
Aspecto | Argentina (y Uruguay) | España |
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Significado | Presentarse a un examen; también dar buenos resultados | Someterse, entregar algo; producir o generar rendimiento |
Ejemplo | Rendí historia y me fue bien / Me rindió el día | Se rindió ante la evidencia / Este motor rinde más que el anterior |
Etimología | Del latín reddĕre (devolver), influido por prendĕre y vendĕre. | Mismo origen latino: reddĕre, con evolución semántica hacia entregar |
Sinónimos | Aprobar, aprovechar | Someterse, producir |
Curiosidad | En Argentina, rendir una materia significa presentarse a un examen, no necesariamente aprobarlo | En España, rendir conserva usos formales, militares o técnicos, pero nunca académicos |
Lo curioso del español no es que tenga muchas palabras, sino que las mismas se comporten como actores en distintos escenarios. Rendir en Argentina es presentarse con esperanza; en España, es entregarse sin remedio. Y en ambos casos, el verbo sigue rindiendo frutos. Porque si algo tiene el lenguaje, es que nunca se rinde.
Y tato en un sentido como en el otro, rendir ya es un verbo integrado en el Diccionario argentino-español de hablarydecir.