Waldina Mejía Medina
La muerte verdadera
Endurecí mis ojos para que ya no vieran más pobreza,
acallé mis oídos para que ya no oyeran más dolor,
mutilé mi esperanza para que ya no hablara más Justicia,
emparedé mi alma para que ya no amara la Verdad,
y cuando así maté lo más hermoso me hice duro caucho
que no sonrió, no amó, ni siquiera lloró mi propia muerte
porque la merecía para siempre.
Sobre La muerte verdadera
El poema La muerte verdadera de Waldina Mejía Medina aparece en diversas antologías de poesía hondureña contemporánea y circula en revistas literarias de Tegucigalpa desde finales de los años ochenta.
Su primera difusión conocida se vincula con la antología bilingüe Poesía femenina centroamericana de Mujeres por la Paz IXOK, publicada en Nueva York en 1987 bajo la edición de Zoe Anglesey, donde Mejía Medina compartió espacio con otras voces femeninas comprometidas con la denuncia social.
Posteriormente, el texto se ha reproducido en compilaciones nacionales y en periódicos culturales hondureños, consolidándose como uno de los poemas más representativos de su escritura crítica. Y desde hoy está aquí, en el Poemario de hablarydecir.
La pieza, de siete versos, se articula como una confesión en primera persona que describe el proceso de clausura interior: los ojos que ya no ven la pobreza, los oídos que rehúsan escuchar el dolor, la esperanza mutilada y el alma emparedada. La culminación en la metáfora del “duro caucho” convierte al sujeto poético en un ser insensible, incapaz de amar o llorar y reconoce esa condición como su propia muerte.
La fuerza del poema reside en la paradoja: la verdadera muerte no es la biológica, sino la ética, la que sobreviene cuando se renuncia a la justicia y a la verdad. Su tono severo y su ritmo de gradación verbal lo inscriben en la tradición centroamericana de poesía de resistencia, pero con un acento íntimo y confesional que lo distingue.
La autora: Waldina Mejía Medina
Nació en Tegucigalpa en 1963. Estudió Letras en la Universidad Pedagógica Nacional y se formó también en lingüística y orientación educativa. Su trayectoria se ha desarrollado en paralelo a la docencia y la escritura, con una producción que abarca tanto la poesía como la narrativa breve.
Su obra poética incluye títulos como El amor y sus iras (2001) y Catorce sonetos, además de numerosos poemas publicados en revistas culturales hondureñas como 18 Conejo, La Tribuna y Tragaluz.
Desde sus primeros textos, su voz se ha caracterizado por la exploración de la precariedad laboral, la maternidad, la lucha social y la denuncia de la indiferencia frente al dolor colectivo. La inclusión de sus poemas en la antología IXOK la situó en un circuito internacional de escritoras centroamericanas comprometidas con la paz y la justicia, junto a figuras como Gioconda Belli o Luz Méndez de la Vega.
Mejía Medina combina el lirismo íntimo con la crítica social y ahí radica su singularidad: su poesía no se limita a la expresión personal, sino que se convierte en un registro de la experiencia femenina hondureña.
Su dominio de la forma clásica, como el soneto, convive con la intensidad confesional de poemas como La muerte verdadera, que la consolidan como una voz imprescindible en la literatura centroamericana contemporánea.




